La fuerte devaluación que se produjo a mediados de mayo ya comenzó a sentirse en los precios de distintos productos en el inicio de una escalada que profundizará la actual crisis que viven las economías domésticas.
El ex presidente del Centro Comercial e Industrial, que sigue integrando la comisión directiva de la entidad, Luis Pagnoni, describió su sorpresa por los últimos aumentos que recibió en la mercadería en su actividad comercial.
“Estoy muy sorprendido por lo que pasó a costar el rollo de papel de cocina y de papel higiénico. Aumentó una cosa de locos, porque incluso superó el precio que tengo de venta al público. En otros productos que no tienen tanta rotación, los proveedores están expectantes para ver qué hacer, porque para mantener una distribuidora hay que vender, sino es imposible mantenerse. Por eso están un poco frenados los aumentos, pero en los productos de consumo masivo hay un incremento del 10 al 15 por ciento en promedio”, describió Pagnoni.
Más adelante, el dirigente puntualizó que “cuando te encontrás con un consumo tan deprimido como el actual te tenes que ubicar en la empresa y necesitas mover el dinero. Podes aumentar todo lo que quieras pero la gente no tiene poder adquisitivo, no puede gastar, entonces uno como comerciante tiene que manejar como puede esta situación”.
En coincidencia con los últimos números estadísticos del Observatorio Económico del Centro Comercial, Pagnoni apuntó que “las ventas cayeron un 4 a 5 por ciento. Pero además tenemos que analizar que el año pasado ya veníamos con baja, y ahora tenemos baja sobre las bajas, por eso es muy difícil para el comercio, sobre todo el que está legalmente establecido, poder enfrentar los costos que tiene abrir las puertas del comercio”.
En este punto se quejó por la importante carga impositiva y le agregó los aumentos tarifarios que “fue el golpe final. Es muy difícil poder mantener abierto un comercio”.
Al igual que Martín Bonadeo, uno de los propietarios de supermercados Muy Barato, el comerciante explicó que la gente está sustituyendo algunos productos de la canasta alimentaria por otros más económicos.
“Lo que estoy viendo es que la gente está recurriendo mucho al pollo, a la pechuga. También se vende mucha polenta y fideos, y se recurre mucho a la carne picada que sirve para hacer comidas con calorías para esta época”, graficó el dirigente.
En cuanto a los costos de energía el comerciante precisó que reduciendo al máximo el consumo le llegaron facturas por 11 mil pesos.
Consultado sobre su perspectiva del futuro del país, Pagnoni fue bastante pesimista: “Quisiera ser optimista pero creo que, amén de quién gobierne, necesitamos un acto patriótico de todo el arco político. Me parece que es hora de sentarse en una mesa, empezar a resolver los problemas, escuchar a las entidades que hace años vienen reclamando miles de cosas. Hay un problema muy grave porque el porcentaje de la población que está inmerso en la actividad privada ya bajó del 20 por ciento, está en 19 por ciento y el 81 por ciento restante depende del Estado. Así el país no arranca, por eso necesitamos que de una vez por todas el arco político entienda que si no se apoya a la pequeña y mediana empresa van a seguir cerrando y más gente quedará afuera del sistema”.