(PR/Norma Migueles) María Dolores Guldrís es chofer de camión, y si bien ya son varias las mujeres que han ingresado al mundo del transporte (masculino si los hay), no es una chofer cualquier: es la primer santafesina y rosarina en conducir un camión de YPF de la empresa La Pampeana. Su historia merece ser conocida.
Este mérito fue reconocido por concejo municipal de esa ciudad que le otorgó un beneplácito a ambas empresas por incorporar a la primer mujer en la conducción de mercancías peligrosas.

“Soy conductora profesional, tuve la suerte de obtener dos becas para capacitarme de lo mismo. Actualmente curso una diplomatura de pre-grado en la UNR sobre transportes de cargas y pasajeros. Soy la impulsora de la ordenanza 10.290. Lucho hace 8 años para un acceso igualitario en los transportes. Fui distinguida con un diploma de honor, por el Concejo de Rosario” dice en su presentación.
Hace casi 10 años que María Dolores Guldrís, presentó un proyecto en el Concejo Municipal de Rosario que terminó en ordenanza en 2021 y obliga a empresas que liciten el contrato deberán incluir dos mujeres conductoras profesionales y un cupo del 5% de operarias. Su sueño era ser parte de esas mujeres conductoras. Su sueño, por otra parte, abrió una puerta a una nueva fuente laboral para las mujeres.

Su empeño y voluntad tuvo éxito y tras ser chofer de transporte de niños, logró ingresar a una empresa de transporte peligroso y quiere que más mujeres se animen a profesiones históricamente masculinizadas y mientras da un toque ultrafemenino a su cabina empeluchada con un rosa rabioso.

Tiempo atrás participó de una reunión que hizo YPF donde compartieron experiencias y relatos de distintas mujeres en la sección de diversidad.
“Junto con Alexis C Acerbi tuvimos el honor de representar a las 8 conductoras que ya incorporó la empresa en la jornada. Cabe destacar la importancia y el compromiso que tomó esta empresa para comenzar a achicar la brecha y conseguir la sociedad más igualitaria e inclusiva que tanto necesitamos, destacó en su muro de facebook.
“No puedo decir que sólo es un trabajo porque vivo en una felicidad plena. El poder trabajar de lo que tanto anhelé me deja la enseñanza y el mensaje para el resto de las personas: «los sueños si se cumplen. Gracias a mis compañeros que me bancan un 100%, me aconsejan y me dan lo mejor para que crezca como profesional y a mi familia que me banca y se aguanta a veces mis largas ausencia” manifestó.

Pero más allá de alcanzar sus metas, esta madre de dos niños, es consciente que en esta profesión no hay caminos de rosas, y así lo planteo el 20 de enero pasado, “Triste realidad, nos tratan como indigentes, por vivir dentro de un camión. Dormimos, comemos, nos bañamos más veces fuera de nuestro hogar que en casa. Nos tratan muchas veces como ignorantes, sin ni siquiera conocernos. Por eso sólo nosotros nos entendemos y nos brindamos apoyo. Tengo que dar gracias a la gran familia camionera que somos porque solo nosotros somos los que movemos a nuestro país, a costa de perder muchas cosas”.