(PR/NormaMigueles) El sábado pasado estuvo en el Centro Cultural Teatro Ideal de Venado Tuerto, la cantante María Garay, una de las voces femeninas que cimentó con su presencia y estilo el tango en las décadas del 70, 80 y 90, con fuerte presencia en programas televisivos como Grandes Valores del Tango que conducía Silvio Soldán y constantes giras por todo el país, que mantienen actual su nombre.
“Fuimos un grupo que tuvimos la suerte de que siendo muy jóvenes nos forjamos al lado de grandes figuras de los años 40, como Alberto Morán, Alberto Podestá, mis padrinos artísticos Alberto Marino y Alba Solís, Virginia Luquez, todos ellos referentes importantes de los que éramos partenaires en sus espectáculos y recibiendo una valiosa enseñanza” recordó.
María tiene aún mucho para dar, su voz continúa armoniosa y cuidada, y en estos tiempos se la podría señalar como ejemplo de mujer independiente y empoderada. A los casi 83 años planifica ya ir retirándose de los escenarios, pero no de la vida artística, considerando que es tiempo de cumplir sueños postergados. “La música me pasó por encima, tuve la suerte de que el público me eligió en mi país y en el mundo y también tuve que dedicar tiempo a mi familia y por eso deje en el camino algunas cosas que me hubiera gustado hacer como comedia o cine”, deslizó.
El sábado María Garay presentó “Sabor de adiós…la despedida”, en esta oportunidad acompañando los festejos del 25° Aniversario de la escuela de Tango Juan Carlos Copes que dirige Gustavo Guerrero y con una orquesta integrada por Rabito Tirabasi, Bocha Luca y Adrián Pompei, con intervenciones de su hija Marisa Garay.
Además, recordó que ya ha visitado la ciudad en innumerables oportunidades, forjando amistades, afectos que la llevan a retornar cada vez que la invitan.


