Hacer reír vale mucho. Y si las carcajadas se logran en medio de un contexto tan difícil como el de una pandemia, valen mucho más. Esa quizá es la razón del éxito del ventrílocuo Mauro Villaverde y su muñeco Pirulo Valmaceda, que traspasaron la pantalla del celular y llegaron al escenario del teatro cordobés. Este técnico en refrigeración y lavarropas, tiene 44 años y hace 12 creó a Pirulo que tiene esa personalidad de la gente “de campo adentro”, tal como lo define su creador.
“Nunca me termino de sorprender con todo eso que está pasando”, aseguró Villaverde. “Nunca estudié, nunca hice cursos… Vi que podía practicar el arte de la ventriloquía, y me di cuenta de que me faltaba un compañero. Ahí es donde nace Pirulo, y después fui buscando formas de expresarme con él”, relató.
Lo que más impacta en su comunidad de más de 800.000 seguidores, es que el ventrílocuo de Berrotarán, un pueblo cordobés de 8.000 habitantes, puede reírse mientras Pirulo sigue hablando. Esta destreza, que parece totalmente innata, lo llevó a formar parte de la temporada de teatro en Carlos Paz junto al contratista rural Gerardo Coniglio, con un éxito rotundo: ganaron tres premios Carlos (el de la gente, el de revelación y el de producto cordobés).
Hasta ese momento, ellos solo habían tenido un vínculo virtual y desembarcaron con su humor a veinte días de la inauguración de la temporada. “En el verano de lunes a viernes íbamos a nuestros trabajos, bajábamos las herramientas de la camioneta y nos subíamos al escenario. Empezamos a llenar la sala y nos pidieron hacer más funciones, así que estábamos de miércoles a domingos divirtiéndonos”, contó Villaverde sobre la experiencia que vivió antes de que cierren los teatros por la pandemia.
En los vivos que transmiten por Instagram y Facebook llegaron a reunir 15.000 personas, y Mauro considera que las risas masivas se deben a que “el humor es sano, sin groserías”. “Con Pirulo nos reímos de nosotros mismos, no de otras personas. Y desde que decimos ´buenas noches´, no sabemos para dónde vamos a salir, es todo improvisado. Se nos cae alguna idea, y arrancamos para ese lado”, explicó el técnico en diálogo con TN.com.ar.
Pirulo siempre está vestido de gaucho, pero según la situación puede convertirse en bombero, albañil, arquitecto, médico o “el personaje que haga falta”. Villaverde cree que haber sido camionero fue crucial para “conocer historias”. “Siempre fui muy del humor, de imitar gente, y el camión te hace pasar por muchas cosas… Hablo mucho pero escucho muchísimo más, y de ahí saco ideas”, dice.
Por la viralización de los videos, para muchos ahora Berrotarán “es el pueblo de Pirulo”. “Él va conmigo a todos lados, es parte de la familia, y la gente nos reconoce. Siento una catarata de emociones, nunca pensé que iba a llegar a tanto todo esto y no sabemos qué va a pasar. Hay mucho por dar y más para recibir”, asegura Mauro Villaverde. “A veces nos lleva más tiempo todas las fotos que nos sacamos con la gente que el show, pero esas son las cosas más valiosas que nos llenan de alegría el corazón”, indicó.
Fuente: TN