Este fin de semana el gobernador de la provincia, Miguel Lifschitz, estuvo en Venado Tuerto para acoplarse a la celebración del centenario del Jockey Club local y hacer entrega de un subsidio de un millón de pesos para distintas obras de remodelación en la institución. De la celebración también participó el intendente municipal, José Luis Freyre, que hizo un aporte de 100 mil pesos con el mismo fin.
En contraposición el Club Central Argentino, fundado el 18 de julio de 1924, instalado en el barrio Iturbide, y que realiza una valiosa labor con los chicos de uno de los sectores más relegados de la ciudad, sobrevive con polladas, rifas y distintas actividades que a pulmón lleva adelante la dirigencia.
La meritocracia en su más pura expresión: el club de los ricos recibe un beneficio millonario, el club de los pobres sobrevive a duras penas por el compromiso y esfuerzo de laburantes que quitan horas al descanso para colaborar con la institución.
“Nosotros estamos sobreviviendo como la mayoría de los clubes de la ciudad. Trabajamos para tratar de mantener el club con vida y apartar un poco a los chicos de la calle”, describió Adrián González, presidente de la comisión directiva del Club Central Argentino a PUEBLO Regional.
La institución contiene a alrededor de 120 chicos en las categorías infantiles (desde 2012 a 2003), otros 60 de intermedias, y después trabaja con los jóvenes de cuarta especial y primera división, con lo cual son más de 200 personas que reciben acompañamiento en la disciplina fútbol, que es el único deporte que se practica en el club.
“Los profesores en las categorías infantiles e intermedias son padres de chicos que hace años van al club y nos dan una mano por ese lado. Después tenemos un profesor para infantiles e intermedias y otro para cuarta y primera. Esto nos genera un costo que debemos solventarlo de algún lado y para eso organizamos polladas y rifas”, graficó González.
Este domingo, el mismo día en que Lifschitz le entregó un millón de pesos al poderoso Jockey Club, la gente de Central Argentino realizó una pollada donde asaron más de 215 pollos. A estos ingresos se suman algunos fondos que quedan de la recaudación durante los partidos.
“Todo es muy complicado, por ejemplo para mandar las categorías a Rufino un colectivo nos cuesta 9 mil pesos”, apuntó el dirigente.
Una carga adicional es el personal policial que debe contratar el club cada vez que organiza partido en su cancha. “Nosotros en cada partido tenemos que contratar entre 12 y 15 agentes, y cada efectivo nos cuesta 450 pesos. A eso hay que sumarle la terna arbitral que nos cobra 6 mil pesos, o sea que para habilitar la cancha necesitamos 11 mil o 12 mil pesos por fin de semana”, detalló González.
El dirigente reconoció que desde el Municipio reciben un permanente apoyo, en cambio por no contar aún con la personería jurídica es más difícil lograr ayudas de la Provincia y la Nación.
Consultado sobre el millón de pesos que recibió el Jockey Club para ampliar su cancha de golf y realizar trabajos en su sede del microcentro venadense, el presidente de Central Argentino sólo comentó: “Esas cosas te golpean, tendrían que repartir de otra manera, o tener a alguien que ande en los clubes y vea las necesidades que tenemos”.
El sueño de González para su club, en caso de tener la gracia divina de recibir un subsidio de un millón de pesos “es terminar un espacio que tenemos en el club, para dar clases de apoyo y hacer un merendero para los chicos para que cuando terminen de entrenar se vayan con una taza de leche y un pedazo de pan en la panza. Además tenemos que hacer otras mejoras, como vestuarios. Hace años que no podemos hacer nada porque siempre estamos luchando por sobrevivir en el día a día”.