(PR/NormaMigueles) En los últimos años, en la Policía de la Provincia de Santa Fe -como en otras jurisdicciones de nuestro país- se ha producido un sensible incremento del volumen de mujeres que ingresan a la institución policial, aunque siguen siendo una minoría en el conjunto de los policías.
Resulta interesante desmenuzar cada uno de los módulos logrados por el Observatorio del Ministerio de Seguridad, a través de una múltiple encuesta anónima que realizó con participación de todos los empleados policiales de la provincia el año pasado.
Se utilizó un cuestionario auto administrado online que contenía 240 preguntas cerradas destinadas a todos/as los/as policías de la Provincia de Santa Fe, suplementado por un módulo especial para las mujeres policías que incluía 14 preguntas cerradas.
Además, el Censo Policial 2020 se planteó como un mecanismo participativo que sobre un total de 21.490 policías santafesinos/as registrados/as por el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Santa Fe, 19.120 contestaron, es decir un 89%.
ENTRE VARONES Y MUJERES
En esta primera etapa el análisis del Observatorio se centra en los resultados obtenidos en la URVIII, donde la cantidad de encuestas válidas logradas llegó al total de 630, lo que indica un 90% del personal que allí se desempeña, haciendo la salvedad de que sólo participaron policías que trabajan en esta regional, sin importar su domicilio.
El universo de respondientes de la Unidad Regional VIII se compone en un 33,7% de mujeres frente a un 65,9% de varones policías. Hubo preguntas generales referidas a los roles, la interrelación con los compañeros y las cuestiones de género.
*La mayoría indicó que prefiere trabajar con igual proporción de mujeres y de varones, mientras que un tercio prefiere trabajar mayormente con varones y una baja cantidad (1,4%) del personal respondió que preferiría trabajar mayormente con mujeres.
*Asimismo, 8 de cada 10 policías consideran que es indiferente el género de quien se encuentra a cargo de la conducción de los espacios de trabajo. No obstante, una 15% de los/las censados/as en la UR VIII expresa una preferencia por el sexo masculino en los espacios de conducción, mientras que el porcentaje de quienes prefieren ser dirigidos por una mujer es bajo, no alcanzando al 5%.
*La Mujer policía enfrenta algunas cuestiones que se repiten en otros ámbitos labolares como “subestimación por parte de los/as superiores” y con unos diez puntos porcentuales por debajo también fue indicada frecuentemente, la “falta de reconocimiento de los/as subordinados/as” como principal dificultad.
*Para un tercio de los/as respondentes, en cambio, la principal dificultad se vinculaba con la conciliación entre el trabajo y la vida familiar, que en muchos casos se convierte en el invisible techo de cristal que atenta contra el crecimiento jerárquico.
*Respecto a los roles dentro de la repartición tres de cada diez policías coincide en que
hay tareas que sólo pueden ser desempeñadas por los varones, en función de unas características que les son propias (por ejemplo, el trabajo de los grupos tácticos), a la vez que 6 de cada 10 concuerdan en que hay tareas dentro de la actividad policial para las cuales las mujeres son particularmente aptas, por ejemplo, la atención al público en comisarías.
MATERNIDAD CON UNIFORME
En otra sección del Censo Policial 2020, se dedicó un bloque de preguntas únicamente a las mujeres policías. En este módulo específico, en primer lugar, se introdujo un bloque de preguntas sobre la experiencia de la maternidad como trabajadoras policiales.
*Si bien la mayoría de las mujeres policías estuvieron embarazadas durante su trayectoria en la institución policial, casi todas indicaron que no existe un lactario en su lugar de trabajo. A quienes respondieron positivamente, además se les preguntó si el lactario tenía las condiciones adecuadas de higiene y privacidad: 4 de cada 10 mujeres respondieron que no. Si bien más de la mitad admitió que se respeta el horario de lactancia.
*De cada cuatro mujeres empleadas en la Unidad Regional VIII, tres indicaron tener hijos/as. De ellas, siete de cada diez comparte los cuidados y la manutención de sus niños/as con alguien más, pero hay una minoría consistente compuesta por un tercio de las mujeres policiales que son madres y que deben afrontar solas estas tareas.
ACOSO SEXUAL
*En otra sección de preguntas, las mujeres policías fueron consultadas acerca de experiencias dentro de la institución policial en las que hayan sufrido situaciones de acoso sexual por parte de algún colega de trabajo o superior en la policía.
*Cerca del 15% de las funcionarias policiales afirmaron haber transitado alguna vez alguna situación de acoso sexual, cifra que se agrava si se considera que algunas de las policías indicaron haber sufrido muchas veces situaciones de este tipo. De aquellas mujeres que sufrieron hechos de este tipo, destaca la prevalencia de superiores como los sujetos activos del acoso, con un marcado peso de aquellos de alta jerarquía.
*Este dato reafirma que las prácticas de acoso sexual suelen estar estrechamente enraizadas en las relaciones de mando y obediencia al interior de la institución policial. La modalidad de acoso más frecuentemente sufrida por estas mujeres fueron las insinuaciones sexuales verbales o físicas, aunque algunas funcionarias indicaron la existencia de exigencias sexuales a cambio de beneficios laborales o de manoseos.
*El 90,3% de las mujeres acosadas no realizó una denuncia por el acoso sexual sufrido, indicando en mayor medida que prefirieron solucionarlo por sus propios medios, aunque algunas mujeres expresaron temor a sufrir represalias. Solo tres mujeres víctima de acoso sexual denunciaron a sus agresores, y dos de ellas manifiestan encontrarse nada satisfechas con la forma en que fue tratado su caso.
*Finalmente, se halló que cerca de la mitad de las mujeres policía de la UR VIII considera que el hecho de ser mujer ha determinado alguna vez los destinos y actividades que le encomendaron sus superiores.
