(Por Victor Calvigioni) Las sorpresas en la ciudad de Colón con la venta de estupefacientes son muchas y variadas. Ya hace 25 años los investigadores encontraron la denominada “piedra de cocaína”. Un elemento raro en una localidad mediana y más en la década del noventa.
Un indicio de las fuertes conexiones de colonenses con bandas narcos. También en otra pesquisa se hallaron “cortes” de origen brasileño. Se utilizaba para “rebajar” la cocaína y nunca antes habían sido observados en el país. Una gran organización de la cual se sigue investigando sería la “propietaria” de vuelos clandestinos desde Paraguay. Las llegadas de estas avionetas se iniciaron en el 2003. En sus panzas y preparadas especialmente llevaban grandes cargas de marihuana. El tema central sería las inversiones realizadas.
La gran sorpresa
En noviembre de 1995 (la causa en el Tribunal Federal está fechada el 17 de noviembre) se realizaron varios procedimientos. Seis en total.
Los allanamientos fueron ordenados por el Juez Federal de San Nicolás, Subrogante Dr. Oscar Acosta. Se detuvo a dos personas y secuestraron 30 gramos de cocaína, algunos cigarrillos de marihuana, cortes brasileños, balanzas de precisión, libretas con nombres de potenciales clientes -en su mayoría adolescentes- y otros elementos. Sin embargo la sorpresa fue el encontrar un corte de origen brasileño que estaba en una bolsa de plástico con ribetes azules. El elemento químico fue observado por primera vez en nuestra ciudad. Nunca antes se lo había detectado en el país.
La investigación se realizó con una agente encubierta (muy bonita) que vino de la localidad de San Isidro. La joven tomó relación con el que dirigía la “venta”. Se infiltró en la casa. Siendo las 22, de un martes, llegó la orden de allanamiento. Sin embargo un policía aviso al investigado y la “Bocha” (balanza, cortes y cocaína, envoltorios) fue trasladada en una moto a otra casa del barrio Belgrano. Las escuchas directas alertaron de la maniobra y poco después se allanó la segunda casa donde se encontró los estupefacientes y se detuvo al hombre que cumplió condena.
Raspa de cocaína
El 17 de diciembre de 1999, la policía de la provincia de Buenos Aires realizó en nuestra ciudad varios procedimientos antidrogas
La orden judicial ordenaba siete allanamientos. Se detuvieron a cinco personas dedicadas a la venta de estupefacientes. Los agentes secuestraron 180 gramos de cocaína y casi medio kilo de picadura de marihuana.
El secuestro de 450 gramos de marihuana de máxima calidad y 180 gramos de cocaína de alta pureza, nunca había sido vista en la región.
Las órdenes fueron firmadas por el Juez Federal Carlos Villafuerte Ruzzo. Los pesquisas se extendieron durante tres meses, con escuchas telefónicas, «certificación» de venta, seguimientos y fotografías de las personas sospechadas de comercializar drogas. (Están en el expediente judicial)
El procedimiento sorprendió al propio magistrado. La policía encontró en una de las viviendas allanadas la denominada «piedra» de cocaína. La misma es el estado original del estupefaciente que ingresa al país (mayoritariamente por el norte argentino) y tal cual la introducen a través de «mulas» los diversos carteles de Colombia, Bolivia y Paraguay.
Para tener una idea la «piedra» se «raya» para obtener el polvo y luego se estira para su comercialización. Los sectores pudientes pagan por la cocaína en estado “puro” un precio más caro.
En tanto, los sectores menos pudientes pagan un precio inferior al ser » estirada» con analgésicos e incluso, a los que se inician en el consumo y son inexpertos, se les vende cocaína estirada con maizena u otros elementos similares.(Foto Novachaco)
Fuente: El Faro
