No marchar un paso con los patrones y la burocracia sindical

A la convocatoria de la CTA-Miceli y la CGT-Moyano, se le agrega al rejunte reaccionario que ya  estaba rondando, y con gran difusión la participación de nada menos que la UCR, principales responsables de la muerte de tantos compañeros durante los días 19 y 20 de Diciembre de 2001. Esto termina de zanjar cualquier discusión o vacilación respecto de su caracterización. Se trata de un acto opositor patronal y burocrático.
Convocar a esta movilización entonces, a menos que se esté dispuesto  a enfrentarlos hasta las últimas consecuencias, es refrendar la lógica del pluralismo burgués, que sintéticamente, consiste en lo siguiente:

Un elemental sentido de dignidad popular hace imposible que aceptemos esas condiciones bochornosas para cualquier luchador, sacrificando hasta la integridad en el altar del pluralismo burgués.
Y está claro que mucho hablar del impuesto a las ganancias (para reducirlo, no para suprimirlo), del 82 % para los jubilados y punto; total paga Cristina y si lograran bajarla, después se verá con qué excusa se sigue esquilmando a los trabajadores y postergando a los jubilados. Pero de aumento de salarios, ni hablar, porque cuidan el bolsillo de sus representados, las patronales.

Con enorme descaro, aquellos que el 19/20 de Diciembre de 2001 eran destinatarios del “que se vayan todos”, quieren volver a la Plaza…de la mano de los que pusimos cuero y vida para aguantar palo y bala que ellos metían. Y eso mientras la CTA miraba para otro lado y Moyano se desentendía también.
Por aquellos compañeros caídos en esa rebelión popular, debemos tener presente que nos separa de ellos un río de sangre nuestra derramada por ellos y despreciada por los burócratas sindicales.
Pero como la rebelión no se produjo por cualquier cosa, sino que estaba profundamente justificada en la resistencia a los planes de pago de la deuda externa y la acumulación ya por entonces obscena de enormes fortunas por parte de los capitalistas, es necesario que dignidad y necesidad se junten para alzar las mismas banderas, cuando vemos que la miseria avanza pese a las peliculitas de la propaganda oficial sobre lo bien que estamos.
La semana pasada Cristina pagó TRES MIL QUINIENTOS MILLONES DE DÓLARES a los bonistas que, sin ser considerados “buitres”, comen más que ellos. Ningún partido patronal de la oposición ni la burocracia sindical, mencionan ese hecho si no es para aprobarlo, y esos pagos son una sangría más sobre la pobreza generalizada.
Y cabe preguntarse: ¿justamente con ellos vamos a suponer que seríamos capaces de vengar la sangre de nuestros compañeros, lograr la famosa independencia del Imperialismo y concretar la justicia social?.
Alfonsín, jefe del mismo partido al que está afiliado el asesino mayor, De la Rua, no es ni remotamente uno de nosotros, sino el heredero de un prestigio político burgués, cimentado en que su padre aplicó el Plan Baker y la capitalización de la deuda (cambiar deuda externa por empresas del Estado); la mano  dura en la represión a los trabajadores, como la invasión militar a la planta de Ford tomada por los obreros; y en consecuencia con tanta entrega y represión, la Obediencia Debida y el Punto Final para los genocidas. Y eso, entre otras cuentas que tiene la UCR con el pueblo. Sin ir más lejos, las desapariciones y asesinatos el 23 de Enero de 1989 en el cuartel de La Tablada y en el mismo año, la sangrienta y masiva represión durante los saqueos de mayo.
El prolongado gobierno kirchnerista no es distinto de aquello en lo sustancial. Con demagogia, algunos ajustes a los planes para desocupados (haciéndolos más clientelistas incluso) Cristina es la continuidad, y está claro que las ganancias empresariales han crecido de manera exorbitante. Sin tocar una coma de las leyes Banelco de la Alianza y  demás leyes antiobreras, ha avanzado con la nueva Ley de ART destrozando cualquier esperanza de mejorar la situación mejorando  las leyes laborales.

Ha llevado a la más alta expresión legislativa la represión, nada menos que dándole estatus legal al Plan Cóndor mediante la Ley Antiterrorista.
La independencia de nuestra clase, que tanto se pregona, se concreta luchando contra todos ellos, y no haciendo alianzas que con la excusa de ir contra uno nos amarre a otro.
No se puede marchar un paso a la par del enemigo por más oportunidades de fantasía que se nos presenten.
Y la combatividad, también profusamente voceada, se concreta constituyendo destacamentos de combate usando todos los medios al alcance (como su nombre lo indica) y no titulándose combativos mientras se organizan marchas de promesantes con las imágenes de la política patronal a la cabeza.

¿Y EL PARO Y MEDIO?

Lo que hemos venido señalando explica que de los paros se pase a un mero acto político opositor patronal y burocrático, inscripto en la lógica de la disputa entre patrones por la torta y no una movilización por los reclamos de los trabajadores, o sea, una disputa entre nosotros y las patronales y sus planes de ajuste.
Lo decimos quienes hemos sido firmes sostenedores de los paros de este año y que, en el marco de los mismos, hemos impulsado el rompimiento de los actos de confraternización de trabajadores con patrones que impulsaron Moyano y Miceli. Y efectivamente, en esta Provincia, los rompimos.
Pero envalentonados con los mismos, boconeando para el engaño, la burocracia sindical lanzó la perspectiva de un paro de 36 horas, es decir, de un paro activo y de más tiempo. La convocatoria a esta movilización sin paro no es más que un recule gigantesco en beneficio de la alternativa patronal opositora. A nadie más que a éstos beneficia.

Seguiremos pujando por un Plan de Lucha, pero una condición para poder hacerlo es no ensuciarse llamando a marchar NI UN PASO CON LOS VERDUGOS DEL PUEBLO.

Documento Plenario Obrero y Popular.