(PR) En los tiempos que corren, a pesar de lo positivo de los números macros, lo cierto es que gran parte de la sociedad está complicada para llegar a fin de mes. Uno de los índices que pone blanco sobre negro en este tema, es el aumento de la morosidad tanto en el pago de distintas tasas e impuestos, como en las cuotas de las tarjetas de crédito.
En este sentido, el gerente de la sucursal Venado Tuerto del Banco Credicoop, Agustín Ferrer, planteó que “ya hay varios informes a nivel nacional de un incremento en la morosidad, sobre todo en lo que tiene que ver con la banca de consumo, es decir con los asalariados o sector de ingresos fijos”.
Ferrer reconoció que esta situación no sorprende, porque se repite “cada vez que hay procesos económicos como el actual, donde los ingresos no siguen el ritmo del ajuste de gastos que tienen las familias, y eso se ve reflejado en este índice de morosidad”, aunque aclaró que por el momento no es un problema que genere alarma.
En la misma línea, afirmó que “lo que venimos observando es una caída del poder adquisitivo, no sólo a través de los ingresos comparados con la inflación, sino también comparado con el gasto de las familias. Eso se termina reflejando en que cuando una familia tiene que elegir entre pagar la comida, el alquiler, la luz, el gas y pagar la tarjeta, elige cancelar todo lo que se refiere a su supervivencia”.
En números el gerente del Credicoop planteó que “hay informes de que se ha elevado la mora 10 veces en el sistema financiero entre el año pasado y este. También hay comercios que la están empezando a pasar mal, porque tienen que cubrir una mayor cantidad de gastos fijos con una menor venta y con un margen más reducido”.
A la lista de males, Ferrer sumó el ingreso de productos importados, que “puede verse como algo positivo en un primer momento para los compradores por una cuestión de precio, pero luego termina afectando al comercio”.
Sobre el uso de las tarjetas de crédito el entrevistado reconoció que antes se utilizaba para la compra de bienes durables, pero ahora se ha cambiado ese hábito para emplearla en compras de la economía diaria: “El problema de utilizar la tarjeta, en cuotas, para adquirir bienes de consumo inmediato, es que en los meses subsiguientes tenes que enfrentar esas cuotas y el nuevo consumo”, remató.
