(PR/NM) La concejal de Primero Venado Verónica Ruiz, presentó en la sesión de este miércoles un proyecto que impulsa la incorporación a las actividades de concientización y difusión de cáncer de mama, en el marco del “Octubre rosa”, información masiva respecto a la existencia del tratamiento con cascos fríos, los cuales evitan la caída del pelo en pacientes que afrontan una quimioterapia por cáncer de mama.
“Sin lugar a dudas, uno de los efectos negativos de la quimioterapia es la pérdida de cabello, que afecta de modo negativo a quienes transitan este proceso, haciendo mella en su imagen y autoestima. Considero fundamental impulsar la difusión de este método, que resulta altamente positivo y favorable para quienes transitan un tratamiento de estas características, ya que las investigaciones revelan resultados muy buenos”, manifestó la edil.
Cabe destacar que la hipotermia del cuero cabelludo implica enfriar esta área utilizando compresas de hielo o gorras especiales (gorros enfriadores o refrigerantes) durante un tiempo antes, durante y después de cada sesión de quimioterapia, con el objetivo de prevenir o disminuir la pérdida de cabello.
Un poco de historia
«La técnica de los cascos fríos nace en 2009 en Buenos Aires con Paula Estrada, una mujer a la que diagnostican cáncer de mama y en ese momento ella sabía sobre la máquina de frío que usaban en Estados Unidos para evitar la caída del pelo, pero todavía no había llegado a Argentina», contó Gabriela Tosi, presidenta y cofundadora del Casco Rosa.
La caída del cabello es uno de los efectos más evidente en los tratamientos con quimioterapia, y hoy hay organizaciones voluntarias que enseñan como hacer y usar los cascos con gel, evitando hasta casi un 50 por ciento la caída porque el pelo se debilita, pero cae parejo, se pierde volumen pero no quedan peladas.
En 2018, mujeres tucumanas también fundaron su Casco Rosa y hoy trabajan en la concientización e información sobre su uso, teniendo en cuenta el valor simbólico que tiene el cabello.