(PR) La Federación Industrial de Santa Fe (FISFE) emitió su informe mensual con un preocupante balance: la producción industrial en la provincia se contrajo un 10,9 por ciento en el mes de junio.
«El nivel de producción industrial en la provincia de Santa Fe presentó en junio de 2024 una nueva y pronunciada caída de 10,9 por ciento interanual, acumulando en el primer semestre del año una disminución de 13 por ciento en relación al mismo período del año pasado», informa la FISFE.
Estos valores del Índice de Producción Industrial se posicionan por debajo de los valores de los últimos tres años, siendo también inferior a los registros de 2018 y 2019.
«En el primer semestre del año la industria santafesina enfrentó de manera acentuada la caída de la demanda interna, la paralización de la obra pública nacional y los mayores costos de producción», señala el informe.
Otro dato preciso que ofreció la FISFE es que en junio la caída de la actividad fabril resultó generalizada: «Un 93 por ciento de las ramas industriales enfrentó una disminución interanual de su producción. En los últimos cuatro meses, la crisis fabril es sectorialmente más extendida que la verificada en el período de mayores restricciones por la pandemia de Covid-19».
Por rubro, estos fueron los resultados de cada rama en comparación con el mes anterior: Molienda de oleaginosas (+30,9), Productos metálicos para uso estructural (+12,5), Molienda de cereales (-13,4), Productos lácteos (-13,8), Maquinaria de uso especial (-16,2), Fiambres y embutidos (-16,6), Carne vacuna (-16,9), Prendas de vestir (-18,2), Autopartes (-20,0), Papel y productos papel (-20,5), Maquinaria de uso general (-28,3), Productos de metal y servicios de trabajo metales (-28,6), Manufacturas de plástico (-29,1), Edición e impresión (-29,5), Carrocerías-Remolques (-32,5), Muebles y colchones (-34,5), Maquinaria agropecuaria (-35,9), Vehículos automotores (-37,6), y la Industria siderúrgica (-49,9).
Uno de los datos preocupantes es que «la faena bovina en la provincia de Santa Fe presentó en el período enero-julio 2024 una baja de 7,4 por ciento en relación al año pasado, cifra que representó una disminución de 107 mil cabezas procesadas. La menor actividad sectorial se explica por la caída del consumo interno de carne bovina: en el primer semestre de 2024 registró una baja de 17,9 por ciento respecto del año anterior».
Otro valor doloroso del informe de la FISFE es el recorte en el consumo de lácteos. «La industrialización de materia prima en las principales usinas lácteas en la provincia de Santa Fe presentó, en el primer semestre de 2024, un importante retroceso como resultado de dificultades que afectaron la producción primaria y la caída de la demanda interna de productos lácteos. En la medición acumulada en seis meses la estimación de producción de leche registró una disminución de 19,3 por ciento en relación al mismo periodo de 2023. En junio de 2024 la producción sectorial alcanzó registros mínimos históricos», agrega.
Los números de la actividad siderúrgica en Santa Fe también marcan un profundo deterioro: «En el primer semestre de 2024 se registró el menor volumen de producción de al menos los últimos diez años. En el período enero-junio de 2024 la producción de acero se contrajo un 47,5 por ciento y la elaboración de productos laminados cayó un 52 por ciento en relación al mismo período del año anterior», amplía el informe.
La industria metalúrgica, por su parte, acusó una caída de 31,1 por ciento interanual.
Según el Índice de Producción Metalúrgica de FISFE «en el primer semestre de 2024 la producción sectorial santafesina acumuló una contracción de 30 puntos en relación al mismo período del año anterior».
El rubro de la construcción también estuvo por el piso en junio. «La superficie a construir, autorizada por los permisos de edificación otorgados para la ejecución de obras privadas en 59 municipios de Santa Fe, registró en seis meses de 2024 una baja de 41,5 por ciento con respecto al mismo período del año anterior», indica.
Esta caída generalizada de la actividad industrial tiene su reflejo más doloroso en el achicamiento de la oferta laboral. «Por cuarto mes consecutivo, en abril el empleo formal en nuestra provincia se contrajo 1,5 por ciento interanual, equivalente a 8.397 trabajadores asalariados menos respecto a igual mes de 2023. El empleo industrial, que acusa caídas interanuales desde febrero de 2024, presentó en el mes de abril una baja 2,2 por ciento interanual, equivalente a 3 mil trabajadores asalariados menos en relación al mismo mes del año anterior. La actividad de la construcción enfrenta un menor nivel de ocupación desde el último tramo de 2023, acelerando su caída en marzo y abril al registrar bajas de 14,1 y 13,05 por ciento, respectivamente, equivalente a 5 mil trabajadores asalariados menos en relación a 2023», cierra el artículo.