(Pueblo Regional) El notorio incremento de la cantidad de alertas por bajo peso detectada entre noviembre de 2018 y abril de este año en Venado Tuerto es un dato llamativo, más allá de que se pueda relativizar y marcar distintos factores como generadores de este problema en niños y adolescentes.
El dato frío es que en esos seis meses se detectaron 86 niños con bajo peso en la ciudad. El informe anterior señalaba que en el primer semestre de 2018 se habían contabilizado 41 casos.
El médico pediatra y concejal de la ciudad, Pedro Bustos, reconoció que “si bien no hay una relación lineal, estos números llaman la atención, después hay que analizarlos. Yo creo que si bien hay un contexto de particularidades, como chicos nacidos con una asfixia perinatal o una parálisis cerebral y no se alimenta bien, en el contexto en el que vivimos, indudablemente, el incremento tiene que ver con la parte socioeconómica”.
En la misma línea opinó que “sí o sí el impacto socioeconómico va degradando la calidad de vida de la gente. Imaginemos una persona que ya no tiene trabajo, tiene que mandar los chicos al comedor y a eso hay que asociarle el tema del contexto donde uno se alimenta, donde tiene mucho que ver el año el afecto de quien provee ese alimento. Entonces tenemos chicos que pasaron de comer en familia a hacerlo en el comedor, mientras sus padres se quedan en la casa. Eso, más allá de lo que coman, también impacta en lo que es la absorción de los alimentos”.
Ampliando su análisis a la situación vivida en los establecimientos educativos privados, que comenzaron a sufrir una merma en su matrícula, Bustos comentó: “No aparecen casos de desnutrición, pero si se está produciendo un escalonamiento en descenso”.