(PR) Días atrás un vehículo fue abierto en pleno centro de la ciudad, y sustrajeron de su interior una mochila con pertenencias de su dueño. Lo curioso del caso, es que en este robo se utilizó un inhibidor de frecuencia, modalidad común en grandes ciudades, pero que es más novedoso en esta región.
Los inhibidores son dispositivos electrónicos que al ser activados bloquean las señales de los cierres centralizados de los vehículos, por lo cual el conductor se aleja creyendo que su rodado está cerrado, pero no es así.
Ricardo Sensolini, integrante de la Cámara de Talleristas de Venado Tuerto, informó a VerTV que “estos inhibidores de frecuencia hacen que al tener una más alta frecuencia no funcione la señal del control remoto. No es que abran el vehículo, sino que nunca se cierra. Por eso lo que se aconseja es al momento de cerrar el vehículo tocar la manija para constatar que realmente está cerrado”.
Estos equipos son importados, y según explicó Sensolini “están a cierta distancia y son manejados por alguien, generalmente, porque va cambiando la amplitud de frecuencia y depende de la marca del vehículo, porque cada marca trabaja a distinta frecuencia”.
La mala noticia es que no hay forma de evitar que los inhibidores actúen, y en consecuencia la única alternativa es hacer el control manual de que la unidad está realmente cerrada.
Otra recomendación de la Cámara es hacer un control periódico del funcionamiento del sistema de cerrado automático de los vehículos.
