(PR) Durante el verano pasado fuertes críticas se generaron en la zona lindera a la planta local del frigorífico Swift por los malos olores generados por la empresa. Luego de una inspección ordenada por el Municipio se descubrió que estaban realizando el volcado de restos cloacales a un canal a cielo abierto, y se le requirió a la firma la realización de una serie de obras para resolver el problema.
El tema pasó al olvido, hasta que este miércoles el concejal justicialista Pablo Rada, trajo a la memoria de los venadenses este problema.
“Este es un tema que nos tiene que preocupar y ocupar a todos porque en el frigorífico Swift todos los veranos se repite el problema de los olores afectando a los barrios de ese sector. Por eso me parece que no tenemos que esperar a que llegue el próximo verano, sino que debemos trabajar todos en equipo, por eso presentamos un proyecto para armar una comisión entre la gente del frigorífico, el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), las vecinales, el Ejecutivo, el Concejo y la Secretaría de Medio Ambiente provincial”, describió Rada en diálogo con VerTV.
La tarea de este equipo estaría orientada a “ver qué hace falta para amortiguar el impacto ambiental que generan hoy las lagunas de estabilización que tiene el frigorífico. Además, estaba la posibilidad de que la Cooperativa de Obras Sanitarias llevara el servicio al lugar, que es una obra que, si bien es costosa, deberíamos trabajar en lograr formas de financiamiento para que se ejecute”.
Paralelamente, el edil reiteró el reclamo al Ejecutivo para que informe “sobre las acciones que se llevaron adelante durante estos tres años, qué obras se lograron sanear, porque en algún momento se habló del tema de los baños, pero nosotros creemos que la escala del olor que se siente en el lugar va más allá, como puede ser un mal tratamiento o un tratamiento deficiente de los productos procesados de la industria frigorífica”.
Para cerrar el legislador destacó que “en esto tenemos que trabajar todos juntos, porque no es en contra de una actividad, sino a favor de una ciudad que quiere que el frigorífico siga funcionando, que cada vez haya más puestos de trabajo, pero que los vecinos sufran el menor impacto posible por los malos olores”.