(PR/Norma Migueles) En audiencia realizada el último miércoles, el juez Mauricio Clavero ordenó la prisión preventiva de dos mujeres, madre e hija, a pedido del fiscal Iván Raposo, quien las imputó por microtráfico en el marco de una investigación por la que hay un hombre detenido y otro prófugo con pedido de captura.

Raposo imputó a las mujeres como coautoras de venta de estupefacientes al menudeo en su vivienda de calle Valdez al 1600. La investigación que implica a las imputadas se inició por infracción Ley 23.737, amenazas calificadas, lesiones leves dolosas, atentado y resistencia a la autoridad, por el que fue detenido un hombre.
El análisis de los celulares secuestrados reveló la relación que el imputado mantenía con las mujeres -de las cuales una es su pareja- para realizar la venta de los estupefacientes y la guarda del material. Además quedó en evidencia el vínculo con un vendedor.
El fiscal exhibió ante el magistrado parte de los diálogos obtenidos en las pericias que mostraban la íntima relación entre los imputados, quienes se ponían de acuerdo para el manejo y traslado de la droga y del dinero obtenido.
Esta prueba fue contrapeso para el pedido de la defensora Gisela Figuera, quien solicitó que se considerara la cuestión de género en el caso de sus defendidas.
Sin embargo, Clavero advirtió que en el diálogo telefónico se ve una relación amistosa, sin coacción e incluso hay una oportunidad en lo que la guardadora de la droga había sufrido una pérdida y su padrastro le prestó dinero para que lo recuperara.
El fiscal se opuso a una prisión preventiva domiciliaria ya que la guardadora vive en el domicilio de las imputadas. Clavero coincidió con el planteo de Raposo y evaluó que la mujer no podía ignorar lo que pasaba en la vivienda, por lo tanto, no podía ser guarda de sus familiares, quienes quedaron pasibles de prisión ordinaria sin plazo.

















