(PR/Norma Migueles) La situación climática afecta notoriamente una de las principales zonas de producción agraria del país. El sur santafesino sufre eso efectos del fenómeno La Niña y los trigales ratíquicos no dan mucha esperanza. Las escasas lluvias con kilometrajes dispares abren una ventana a la cosecha gruesa. La agencia de Noticias Telam realizó algunas entrevistas con productores agrarios de Venado, quienes opinaron sobre las perspectivas cercanas.
Con las lluvias del último fin de semana, los productores de la zona núcleo pudieron comenzar a sembrar soja y en algunos casos maíz al contar con humedad superficial en los lotes y dar así impulso a una retrasada campaña de granos gruesos.
Esto se da tras las magros resultados en trigo y con la certeza de que la nueva campaña, a priori, no estará exenta de complicaciones.
«Lo que estamos sembrando ahora es una promesa, algo que vamos a ver si anda. Esperemos que La Niña (fenómeno climático que afecta a la Argentina y la región en los últimos tres años y que se traduce en lluvias por debajo del promedio) se termine y pueda venir una revancha, con una expectativa mayor», dijo a Télam Edmundo Nolan, un productor de Venado Tuerto, en el sur de Santa Fe.
En una recorrida realizada en los últimos días por la agencia Télam sobre diferentes puntos de la región agrícola comprendida entre el norte de la provincia de Buenos Aires, centro sur de Santa Fe y sudeste de Córdoba, las imágenes de sembradoras implantando soja sobre el trigo escuálido que se encuentra todavía en pie es una constante.
Estos trabajos prácticamente se hacen contrarreloj, ya que las lluvias que recibieron los campos de esta región y que dejaron un manto de humedad superficial bastante heterogéneo, debe ser aprovechada con urgencia para poder sembrar soja y, en menor medida, maíz.
«Hay que meterle y sembrar porque en 30 días se termina la fiesta», dijo, por su parte, Carlos Covernton, productor de la localidad santafesina.
En diálogo con Télam, Covernton hizo un repaso sobre lo que sucede en la zona: «El maíz no se sembró. Si bien algunos lo hicieron en seco, arriesgándose, los lotes que no se helaron hoy la están peleando. Mientras que el 95% de los lotes que iban a maíz de primera ya pasaron a tardío. O sea, en diciembre no va a haber cosecha de trigo en la zona núcleo y tampoco va a haber maíz en marzo, recién se va a ver maíz en julio y agosto».
En lo que respecta a la soja, el productor dijo que la oleaginosa «está con un retraso histórico, con solo un 15% de la soja sembrada en la zona de Venado Tuerto, cuando en la misma época del año pasado estaba en el 80%».
«Estamos haciendo lo que podemos, pero no hay lugar a una gruesa mala, no puede fallar, porque el problema que tenemos es que nuestra inversión por hectárea es el doble que el año pasado, tanto en lo que es herbicidas, fertilizantes y alquiler. Hoy la seca pega el doble», señaló Covernton.
Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en la zona núcleo se sembró un 47% de soja de primera, lo que equivale a 1,9 millones de hectáreas, sobre un total proyectado de 4,1 millones de hectáreas.
Este porcentaje constituye en un fuerte retraso en las labores respecto a igual período del año pasado, cuando el nivel de siembra para esta época superaba el 80% de la superficie proyectada.