Hace unas semanas se difundió un audio en el que el secretario privado de Pullaro, Daniel Di Lena, pedía sanciones para determinados funcionarios policiales. Que trascendiera ese audio dejaba ver una fisura en las cadenas de mando. El audio correspondía a un mensaje que Di Lena le enviaba al Jefe de la Unidad Regional VIII Marcelo Torterola, en el que le solicitaba/ordenaba que adoptara acciones disciplinarias para con varios agentes que había, supuestamente, encontrado en situaciones que nada tenían que ver con un trabajo eficiente, e incluso para con el Jefe de Zona.
El mensaje privado, remitido del secretario privado del ministro al jefe de la Unidad Regional VIII, llegó a varios medios a partir del pretendido gremio de policías santafesinos Apropol (que acciona frontalmente de forma legal e ilegal contra el Ministro), dejando al descubierto una ruptura en las lealtades y en la cadena de mando. Preludiaba lo que sucedió el martes pasado (07/06/16): la separación de Torterola y de toda la cúpula de la UR VIII. 
“La realidad que nosotros también por hacer y por controlar del funcionamiento de las fuerzas de seguridad, en algún momento cometemos errores. Tal vez un funcionario político no tiene que llamar a un jefe regional, nosotros nos tenemos que comunicar con el jefe de provincia y que él baje la orden”, deslizó Pullaro, y completó: “pero bajo ningún concepto bajo a resignar el control político, y yo destaco tener funcionarios como Daniel Di Lena, que llegó a las dos de la mañana a Venado Tuerto y se fue a ver qué estaban haciendo los policías en una comisaría. Si nosotros resignamos el control político, es muy difícil que la institución policial se mejore como esperamos. Tenemos muchas críticas de los sectores corporativos de la policía, pero eso nos alienta, lo malo sería que ellos hablaran bien de nosotros”.
