(PR) El robo de cables se volvió un negocio lucrativo durante este último tiempo y es uno de los que más daños ocasionan, tanto por la cantidad de damnificados como por el perjuicio que produce.
La revalorización del precio del cobre y del bronce impulsa las operaciones de lo que hoy se piensa, son grupos organizados o “bandas”, que roban y venden. Lo más sorprendente, es que estos ilícitos suceden a diario, a cualquier hora. Nunca hay testigos ni denunciantes.
La Cooperativa Eléctrica de Venado Tuerto (CEVT), la primera perjudicada en esa cadena de víctimas, denunció públicamente en repetidas ocasiones la audacia con la que operan y la desmesura con la que roban cables y equipos.
A través de un comunicado, la CEVT contó que el último sábado, “en un episodio de alto riesgo, una auténtica banda de delincuentes robó 4 mil metros de cable de cobre de 50 mm que estaban energizados en la línea de 13 mil voltios”.
Los cables alcanzan un peso de 1.250 kilos, a un costo estimado de 30 millones de pesos, y se encontraban dentro de las instalaciones del Frigorífico Swift. “Claramente este hecho fue premeditado y da la impresión que los autores del robo son profesionales del delito. Este tipo de robos representa un gran perjuicio económico para la Cooperativa Eléctrica y para toda la comunidad. En este sentido hay que comprender que una ´obra ya planificada´ se ve resentida y el perjuicio no solo es el valor de la obra, sino que va más allá, significa e implica dejar de invertir en otros proyectos. En este caso puntual un gran rectángulo de la ciudad, delimitado por la calle Jujuy, la Ruta 33, la calle Cavanagh y el Parque Cumelen, estuvo una hora sin energía eléctrica con los trastornos que eso conlleva”, expresaron en un comunicado.
Más adelante, la CEVT manifestó: “Llama la atención que este ´gigantesco e inusual operativo´ para nuestra ciudad, el cual indudablemente demandó el “trabajo” de una decena de personas, no haya tenido testigos, esto hace presumir una complicidad. Pues, se descolgaron los cables, luego fueron transportados en algún camión y así finalmente lograran la reducción de los mismos para su posterior venta.
Como habíamos adelantado, en varias ocasiones la Cooperativa Eléctrica denunció la existencia de una red dedicada a la compra inmediata de estos productos robados. Sin embargo, cuando parecía que los episodios habían mermado, ahora han “recrudecido con particular virulencia”. “Daría la sensación de que la Justicia y la policía (evidentemente colapsada por infinidad de delitos) no le está dando la importancia debida a estos temas, donde la Entidad local no se siente lo suficientemente acompañada”, sostienen.
Asimismo, señalaron que uno de los pasos para combatir este flagelo es hacer efectiva la Ley 14.191, Ley de Registro Provincial de Acopiadores y Comercializadores de metales no ferrosos, que está aprobada y promulgada en marzo de 2023, y fue reglamentada en julio del mismo año, por lo que está en plena vigencia. “Esto ayudaría a un mayor control y los delincuentes podrían sentir que no cuentan con absoluta impunidad en este tipo de delitos. Hay todo un mercado negro en torno al cobre y sería importante que se aumenten las penas con el fin de poder desestimar este tipo de circuito ilegal”, indicaron desde la entidad.
En el cierre del comunicado, la Cooperativa insistió en que los vecinos denuncien sin miedo. “Evitar este tipo de hechos mejora la calidad del servicio”.
El concejal del PJ Sebastián Roma, también preocupado por la situación, explicó a PR: “el robo de cables tiene una modalidad que se puede dividir en dos”. Según afirmó, por un lado se encuentra el hurto “pequeño” al que se expone la persona “por la situación socioeconómica que estamos transitando”, mientras que el segundo caso tiene que ver con “gente organizada y con conocimiento”.
“La forma de detener esto es cortar con el circuito de venta y compra en los lugares en donde se comercializa el material. Es por eso que planteamos nuevamente la necesidad de aprobar la ordenanza que presentamos”, indicó.
Roma señaló que “como ciudad más grande del sur de Santa Fe deberíamos ser pioneras en poner en marcha algo que limite la venta en esta zona, y después empezar a trabajar con otros presidente comunales para que poco a poco, todas las distintas chatarrerías, empiecen a estar más reguladas”.