Un hombre que padece hemofilia de San Eduardo presentó un amparo en el Juzgado de la jueza María Celeste Rosso de Venado Tuerto para que su obra social, el Instituto Autárquico Provincial de Obra Social (Iapos), le restituya la medicación necesaria para afrontar su delicada enfermedad. «Me encuentro en una situación desesperante», relató Sandro Arrien a este diario quien aseguró que corre serios riesgos su vida en caso de sangrados que pueda padecer.
El joven saneduardense, contó que «soy hemofílico, discapacitado debido a esta enfermedad. La hemofilia es una patología hereditaria, y consiste en una insuficiencia de coagulación sanguínea factor VIII, una proteína que fabrica el hígado para que ante eventuales sangrados éstos corrijan en tiempos normales. En mi caso, como en los demás de hemofilia, para los episodios hemorrágicos utilizamos ampollas vía intravenosa del medicamento Factor VIII».
Según explicó Arrien la falta de medicación necesaria, que debiera proveerle la obra social, podría ocasionarle graves problemas a su salud que se agregan a su cuadro médico que de por sí es muy complejo teniendo en cuenta la dependencia a esos remedios.
«El problema conmigo comienza en diciembre del año pasado cuando mi mutual Iapos, decidió cambiar la forma de autorización. Ya en abril y mayo de este año me hice una serie de estudios en Fundación de la Hemofilia de la ciudad de Rosario, con el doctor Dávoli, quien determinó que mi hemofilia tipo A, se comporta fenotípicamente como severa», dijo y agregó que «el riesgo de los sangrados se veía agravado por el fenotipo (la forma en que se comporta el organismo para detener las hemorragias, en este caso mayor es el riesgo)».
En la fundación rosarina, sostuvo el joven, «se me indicó un tratamiento de profilaxis (prevención) para evitar y disipar todo tipo de sangrado. La respuesta de Iapos fue negativa, de allí que recurrí a una abogada, quien mandó una carta documento en los primeros días de julio, y el 10 de ese mes, parecía que el conflicto estaba solucionado».
Sin embargo sostuvo que «digo parecía porque no sólo no entregaron la cantidad requerida por mi médico. En vez de 13 unidades de factor VIII me dieron 12 frascos, Además la medicación pedida en una segunda receta del 27 de julio llegó 26 días después, el 23 de agosto y la tercera receta ingresada el 27 de agosto, al día de hoy, aún figura en trámite».
Amparo
Además sostuvo que «por otro lado, en el medio hay un amparo iniciado hace dos semanas, por incumplimiento parcial, tramitado en un juzgado civil de Venado Tuerto a cargo de la jueza María Celeste Rosso, que no prosperó hasta este momento, con lo cual mi situación es sumamente grave y desesperante, ya que me quedan sólo seis frascos de Factor VIII, y en consecuencia mí vida corre serio peligro».