Candela tiene nueve años. Por fallas en uno de sus riñones debe estar en diálisis diez horas al día. Como ocurre a muchos argentinos la obra social de su padre da mil vueltas para cubrir sus necesidades médicas. Sólo los estudios previos a recibir el trasplante tienen un costo de 50 mil pesos, y la cirugía en sí elevaría la cifra a 270 mil pesos. Una cifra inalcanzable para una familia común. Recurriendo a la solidaridad de la comunidad, una vez más última red para estos casos sociales, se lanzó una campaña para tratar de reunir los fondos necesarios para brindar una mejor calidad de vida a Candela.
“Ella es Candela, tiene 9 años y su corta vida está en peligro, no voy a entrar en explicaciones técnicas que no hacen la diferencia, es simple, necesita un trasplante de riñón, pero para ingresar en la lista de espera deben hacer un estudio previo de compatibilidad que cuesta 50 mil pesos, la obra social tiene sus tiempos y sus políticas para autorizarlo, y mientras en su casa, prisionera de su fatigado cuerpito, está Candela, que no entiende porque mierda tiene que esperar, porque no puede jugar o correr o andar en bici, no conoce lo que es la burocracia, ni sabe de partidos políticos ni nada, entonces hablando con sus papás pensé! ¿HAY 100 ALMAS BONDADOSAS QUE PONGAN 500 pesos?”. Este es el enunciado de la campaña lanzada en las redes sociales para tratar de reunir el bendito o maldito dinero que necesita Candela para avanzar con los estudios y poder ingresar en lista de espera para ser trasplantada.
“Cande empezó con la enfermedad hace cuatro años. Por un control lo descubrimos y ya pasó por todas las fases del tratamiento porque supuestamente tenía cura su problema. Ella empezó con un síndrome nefrótico, pero cuando los médicos vieron que el tratamiento no revertía la enfermedad, primero hicieron una biopsia en 2014 y parecía que con otro tratamiento podía llegar a curar la enfermedad. En 2016 hicieron una segunda biopsia y descubrieron que el riñón tiene una esclerosis, y por eso tiene que ser de persona fallecida el trasplante”, describió la mamá de Candela, Lorena González.
La obra social del gremio de panaderos es la que debería cubrir las necesidades de Candela, pero la burocracia viene ganando la pulseada a las urgencias médicas.
El trasplante se haría en la ciudad de Santa Fe, y los costos del tratamiento comienzan con 50 mil pesos para estudios pretrasplante, y el trasplante en sí costaría 270 mil pesos, más toda la medicación adicional.
Ante las trabas que pone la obra social para enfrentar los costos del tratamiento, Lorena se contactó con la subsecretaria de Políticas Sociosanitarias del Municipio venadense, Silvia Ugolini, quien le planteó la posibilidad de presentar un recurso de amparo.
Por estos días Candela está en su hogar donde tiene el equipo que la conecta a la vida.
“Candela es un sol. Te lo dice todo el que la conoce. Ella la viene luchando hace tanto tiempo. Toma la medicación sola. La enfermedad la tira mucho abajo, entonces hay días que está bien y otros no, tiene días en que está animada y otros en que se queda en la cama, pero en sí ella es una muñeca”, cuenta Lorena con inocultable orgullo.
Quienes deseen colaborar pueden comunicarse con Lorena (mamá) 3462-300217.
