(PR/Norma Migueles) Los caballos son sin dudas uno de los animales domésticos más amado y usado durante centurias por el hombre para actividades laborales, traslado, deporte y recreación.
El caballo moderno salvaje había recorrido el continente americano miles de años antes durante el Pleistoceno en América. Nuevas evidencias señalan que, tras la desaparición del registro de caballos hace 13.000 años durante la era glacial, los équidos encontrados en el oeste norteamericano son venidos desde Eurasia a través del Atlántico y que desembarcaron en el Caribe con las tropas del Imperio español hacia inicios del siglo XVII.
Esta referencia histórica tiene que ver con la presencia en América de los equinos y una actividad que se está desarrollando en el sur argentino, donde el veterinario Gerardo Rodríguez encontró de casualidad una raza que se creía extinta en el país y hoy se convirtió en sus únicos criadores en Sudamérica en campos rionegrinos.
Se trata de la raza equina Bashkir Curly, y mucho tiene que ver en Maquinchao el veterinario Rodríguez quien ecorrió el país para trabajar con caballos durante más de dos décadas, tanto en la atención clínica como en su cría y reproducción. Sin embargo nunca pensó que podría toparse con una raza que prácticamente estaba fuera de los libros, y más aún hacerlo en sus propios pagos.
“Entre 2009 y 2010 volví a Maquinchao para trabajar georreferenciando los animales que había en la Meseta de Somuncurá, a 150 kilómetros de donde vivo. Ahí fue que me encontré con un caballo extraño que parecía sudado. Cuando un caballo suda parece que tiene rulos. Empecé a preguntar y me dijeron que se trataba de un caballo del cual antes había muchos, pero que luego fue desapareciendo”, relató Rodríguez al sitio web Bichos de Campo.
El caballo en cuestión se trataba de un Bashkir Curly, conocido en esta porción del continente también como un Criollo Crespo. Esta raza, que se remonta a la época colonial, se creía extinta en el territorio para sorpresa del veterinario.
“Hubo cuestiones climáticas que hicieron que el caballo vaya desapareciendo, entre ellas muchas sequías. En esta meseta, que está a más de 1.00 metros de altura sobre el nivel del mar, en verano hace mucho calor y en invierno el frío toca los 20 grados bajo cero. Además hay muy poco pasto”, señaló.
LA YEGUADA RODRÍGUEZ
El fascinante hallazgo motivó a Rodríguez y a su esposa, Andrea Sede, a adquirir la mayor cantidad posible de caballos de esta raza, y a formar un rodeo de estos animales rizados de la mano de su empresa Yeguada Rodríguez.
“En esta zona hay pocos alambres, poca gente y muy pocos productores. Los caballos o son de alguien o no son de nadie. Decidimos comprar todos los que encontráramos y para eso recorrí toda la meseta en moto”, contó el veterinario.
Pero reunir a estos animales no era suficiente para saciar su curiosidad, por lo que el matrimonio comenzó a investigar más de la raza y dio con la Asociación Internacional de Bashkir Curly, ubicada en Estados Unidos.
Con su apoyo pudieron establecer con los resultados de ADN, para los cuales recibieron ayuda de la Universidad de Texas, que su origen era español y que son únicos en el mundo porque sus genes son diferentes a los registrados en Estados Unidos. Se estima que hace más de 200 años deben haber afrontado una mutación para adaptarse al clima y eso produjo sus rizos.
Otra hipótesis que maneja el matrimonio, es la posibilidad de que los caballos ingresaran por el Norte del país, cruzando por el estrecho de Bering, y que sean originarios de la región de Bashkiria en Rusia.
UNICOS E HIPOALERGÉNICOS
La característica es que se trata de caballos rústicos, muy mansos e hipoalergénicos. “Muchos tienen alergia al pelo de caballo y nosotros hicimos estudios que demuestran que ellos no dan alergia. Es buenísimo. Al tacto son hermosos, como caniches gigantes. Se usan mucho en Estados Unidos para equinoterapia porque son casi peluches. Comen de todo y no sufren el frío. De marzo a noviembre tienen rulos largos y luego permanecen con un pelaje más corto parecido al de cualquier otro caballo. El pelaje de los Bashkir Curly ha sido estudiado y se comprobó que presenta similitudes al pelaje mohair, pudiendo incluso ser hilado” describieron.
A la familia le llevó 13 años más o menos y hoy cuenta con 28 caballos. «Fuimos seleccionando porque había muchas cruzas. Hacia el borde de la meseta se cruzaban con otros tipos de caballo, entonces teníamos mezclas con Percherón por ejemplo. Fuimos separando los caballos más puros españoles y dejamos 10 yeguas y unos 4 padrillos para que no haya consanguinidad. Vamos creciendo de a poco».
La intención es mostrarlos en exposiciones. “Tenemos un par de caballos seleccionados para enviar a Mendoza. Creo que empezará pronto a ser conocido. Nuestra idea es que lo usen chicos en equinoterapia o en clases de equitación, y principalmente que no se pierda esta raza”, concluyeron. (Elaborado en base a una nota de EL CORDILLERANO)