(PR) Un dato alarmante lanzó en los últimos días la responsable de la agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que coordina la lucha contra el VIH/SIDA, Winnie Byanyima: 6,3 millones de personas morirán en los próximos cuatro años, a menos que Estados Unidos restablezca el financiamiento para este programa.
Según la investigadora “veremos un aumento real de esta enfermedad, volveremos a ver gente muriendo de la misma forma que en los años 90’ y 2000”, y alertó que “también esperamos 8,7 millones de nuevas infecciones adicionales. En el último recuento, había 1,3 millón de nuevas infecciones en todo el mundo en 2023”.
En el orden local quien tomó la posta fue el médico infectólogo y destacado investigador internacional en el tema VIH/SIDA, Miguel Pedrola: “El problema que surgió ahora es que dentro de un mes se terminan los 90 días que planteó Estados Unidos (la administración de Donald Trump) para rever todas las ayudas internacionales. Es decir que en 30 días se definirá este tema de financiamiento”.
Para Pedrola, Byanyima “se apura al plantear esto, marcando cuál es la problemática que podríamos llegar a tener, sobre todo apuntando a África y el aumento que tendríamos en los próximos cuatro años de mortalidad si no se hace más nada”.
El otro punto es “el aumento de las infecciones adicionales y las poblaciones más afectadas, que serán del continente africano, y sobre todo las mujeres jóvenes y niñas”, agregó el profesional.
Paralelamente, el médico, a partir de los dichos de la referente de ONU, planteó que “el otro inconveniente es que no aparece otro país que pueda suplir el dinero que dejaría de poner Estados Unidos”.
Según ONUSIDA, aproximadamente 40 millones de personas viven con el VIH en el mundo, según datos de 2023. De esta cifra, alrededor de 1,3 millón se infectaron por el VIH en ese mismo año y 630.000 personas murieron por enfermedades relacionadas con el sida.
“Es razonable que Estados Unidos quiera reducir su financiación, con el tiempo. Pero la repentina retirada de la ayuda para salvar vidas está teniendo un impacto devastador en todos los países, especialmente en África, pero también en Asia y América Latina”, declaró Byanyima, y reclamó: “Instamos a una reconsideración y a un restablecimiento urgente de los servicios que salvan vidas”.
