(Por Marcos Corach, ministro de Gestión Pública) Hay ciertos hechos institucionales que podrán parecer devaluados frente a la atención mediática y social, pero que sin embargo ostentan una relevancia trascendental en la profundización de cambios.
Lo ocurrido el pasado jueves en la sede del Consejo de la Magistratura de Santa Fe, es un claro ejemplo de ello. Con absoluta transparencia, llevamos adelante el sorteo público de los cargos vacantes para completar los jurados que van a intervenir en la elección de las nuevas autoridades del Ministerio Público de la Acusación y del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal.
El proceso encomendado por el gobernador Omar Perotti tuvo como cuestión medular, no sólo la modernización de este tipo de procesos, sino también el eje de la transparencia como vector general. Sorteos públicos y presentación anónima de trabajos por parte de los postulantes para evitar discrecionalidades.
Se trata de un paso más en el fortalecimiento de la interacción de los distintos poderes en el objetivo central de nutrir de recursos a la justicia en todo el territorio de la provincia de Santa Fe.
Los siguientes pasos no son menos importantes: por un lado, prevemos que las entrevistas con los aspirantes se lleven adelante durante el mes de febrero y la oposición (una especie de examen de carácter oral), apenas algunas semanas después.
Esta etapa final tiene como fecha límite en abril, mes en el que se vencen los mandatos de los cargos para las fiscalías generales y regionales. De esta manera, ratificamos una vez más nuestra voluntad y compromiso de recuperar en la provincia de Santa Fe la calidad institucional que sólo se logra con transparencia y consenso.
No nos manejamos sólo con nuestra cosmovisión, escuchamos, dialogamos y cambiamos cada vez que entendimos que había que hacerlo, aunque entiendo razonable que a veces no alcance.
Sin embargo, desde que este proceso está en marcha, hemos leído y escuchado desopilantes denuncias, jamás explicadas y mucho menos probadas. Y de hecho el jueves, día clave donde llevamos adelante el sorteo público, no estaba presente ninguno de los habituales propietarios de esas acusaciones seriales.
Siempre, pero siempre elijo más política, más discusión, más síntesis, pero la órbita para conseguirlo es el laburo y resulta difícil cuando, en algunos casos, del otro lado todo funciona en modo campaña. Es más fácil tuitear que asistir al sorteo sobre el jurado de las nuevas autoridades judiciales. Lo entiendo, pero no lo comparto.