(Pueblo Regional) Raúl es otro de los venadenses que vieron cómo su vida cambió completamente al conocer el aceite de cannabis. Tiene 63 años y tuvo que abandonar los trabajos de mantenimiento que realizaba por no poder subir a las escaleras o los techos. Sufre un desgaste de cadera que le afecta parte de la columna. Mientras seguía los tratamientos tradicionales, caminaba con mucha dificultad. Hasta que un día, después de una charla en el teatro Ideal, conoció a “san Cannabis”, como le dice: “Soy consumidor de cannabis, no soy adicto; soy adicto al asado, al automovilismo, no tengo otra adicción, pero el cannabis me permitió volver a caminar normalmente”.
Raúl vive en el barrio Centro III y había perdido la posibilidad hasta de hacer un mandado caminando. Actualmente toma dos gotas a la mañana, dos al mediodía y dos a la noche. “Empecé a tomar y no me daba cuenta de que cada vez iba caminando mejor. Un día me encuentro con una señora amiga y me pregunta adónde iba tan apurado. Ahí me cayó la ficha que a partir de los ocho o nueve días se me empezó a ir el dolor”.
En relación al debate en torno a la legalización y la posibilidad del autocultivo opinó: “Yo no voy a hacer autocultivo porque soy muy grande, pero mientras lo pueda conseguir y tomar, lo voy a hacer. A mí me cambió la vida”, y completó: “Estoy totalmente de acuerdo con que se apruebe la ley y se pueda consumir como algo normal y que no sea caro”.