Enorme campeonato disputado por el venadense, que sigue creciendo a pasos agigantados y que en lo poco que va del año, ya demostró que tiene mucho para dar en este 2023. Pese a haber perdido la final y habiendo jugado con alguna molestia, ya piensa en el ATP 250 de Buenos Aires.
Federico Coria, fue un rival de fuste en la final del Torneo ATP 250 que se desarrolló en el Polo Deportivo Mario Alberto Kempes, sin embargo y pese al esfuerzo, no pudo alzarse con el título de campeón. Ahora se le viene el Abierto de Buenos Aires.
Fede Coria volvió a llegar a una final de un ATP y como le ocurrió en 2021 en Bastaad (cayó ante Casper Ruud por un doble 6/3) este domingo le tocó perder con Sebastián Báez por 6-1, 3-6 y 6-3 en la final del Córdoba Open, en la pista central de arcilla del Polo Deportivo Mario Alberto Kempes.
En cuanto al bueno de Báez se puede decir qué sabe a qué juega. Y no cambió demasiado en estos siete meses. Típico jugador de canchas lentas pero que tiene un enorme potencial sobre cemento, sus virtudes pasan por su fuerza, por su resistencia, por correr y meter y llevar al rival al límite, por manejar muy bien el slice, tirar drops, cortar diagonales, jugar para arriba cuando es necesario y por un drive que lastima cuando le pega cómodo y bien plantado a la pelota.
Este domingo, en el primero de los torneos que integran la gira sudamericana de polvo de ladrillo, se vio bastante de todo eso para poder lograr su segundo título en la 29° final argentina de la historia (la primera se registró en Gstaad 1978 y Vilas le ganó a Clerc y la última fue en Bastad 2022 y Francisco Cerúndolo superó al propio Báez). Fue por 6-1, 3-6 y 6-3 en un partido que se movió al ritmo del campeón del torneo. Porque por momentos fue una tromba y en otros, un mar de dudas. Fue incontenible cuando aprovechó al 100 por ciento los errores no forzados de un Coria que apareció disminuido en el primer set, como si sufriera algún problema físico; fue muy superior también cuando hizo de la solidez un argumento contundente para ganar puntos desde el fondo de la cancha pegando pelotas muy pesadas y con curva. Pero también le dio vida a su adversario cuando no pudo leerle sus tiros con altura, cuando perdió firmeza y cuando los interrogantes lógicos de jugar una final le costaron el segundo set y no poder aprovechar la ventaja del 2-0 y saque que tuvo en el tercer capítulo para que la definición fuera más cómoda.
En cuanto al torneo de Fede Coria, se puede decir que el 68 del mundo y sexto preclasificado, eliminó al brasileño Thiago Monteiro por 6-7 6-1 6-2, en octavos borró el italiano Marco Cecchinato por 6-3 3-1 y abandono, en cuartos venció al bonaerense Francísco Cerúndulo 6-3 3-0 y abandono, y en semifinales le ganó al defensor del título, el español Albert Ramos Vinolas por 6-4 y 7-6.
“Siento que lo pude haber hecho mucho mejor. No estuve a la altura de las circunstancias. Seba creo que lo hizo menos mal que yo porque creo que ambos podríamos haberlo hecho mejor. La tensión existe en una final. Me toca trabajar más duro” manifestó el venadense y agregó sobre el ATP 250 de Buenos Aires: “Viajo mañana a la mañana. La intención va a ser jugar”.
