La Escuela Rural Nº 6253 “José de San Martín” de Estación Runciman, Santa Isabel, celebra que el Proyecto de Tecnología para la Inclusión Social denominado “Mejora en la eficiencia energética de los sistemas de cocción comunitarios de bajos recursos” ha sido aprobado para su financiamiento, en el marco de la Convocatoria Nacional Procodas 2016.
El modelo educativo desarrollado tiene la necesidad de promover en la escuela actividades que permitan a los niños adquirir conocimientos y prácticas a través de la inclusión de distintos proyectos dentro del área de técnicas rurales, a cargo del ingeniero agrónomo Jorge Pardo, quien en forma conjunta con el representante del INTA, Ing. Mariano Butti, y el personal docente del establecimiento, respondiendo al interés de los alumnos para la conservación y cuidado del ambiente a través del uso de energías alternativas, impulsaron un proyecto de eficiencia energética, planificando la construcción de un prototipo de olla de bajo consumo, para la cocción de dulces y conservas que se realiza con los niños.
Esta posibilidad surge de la propuesta realizada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, la Subsecretaría de Políticas en Ciencia y Tecnología e Innovación Productiva y el Programa Nacional de Tecnología e Innovación Social a través del Programa Consejo de la Demanda de Actores Sociales (Procodas).
“Este proyecto es complementario a otro para el desarrollo de un biodigestor, también junto al INTA, que está en funcionamiento en la escuela desde el año 2013. Es un orgullo para nosotros porque esta institución integra la Red de Escuelas del Proyecto de Energías Renovables desde sus comienzos, allá por el año 2005”, expresó el coordinador de EERR y Redes de Desarrollo Local, Lorenzo Pérez, durante el anuncio ante la prensa junto a los docentes Malvina Sanino y Jorge Pardo.
Desafío cotidiano
Este premio incentiva a que la institución siga en el desafío cotidiano de que cada niño descubra que su rol es mucho más importante de lo que imagina, fomentando el aprecio por su lugar e incorporando la idea del respeto al ambiente y los beneficios de proteger la biodiversidad.
“Nosotros nos dedicamos a la producción de dulces y conservas que nos da la huerta, y este proyecto nos permite continuar desarrollando el cuidado del ambiente; lo presentamos a través del INTA desde la temática del hábitat social. Como escuela queremos ser transmisores y apoyo del uso de energías alternativas de bajo costo”, explicó Sanino.
En tanto, el ingeniero Pardo acotó que “en momentos en que vivimos un costo de los combustibles tradicionales demasiado elevado, este desarrollo nos propone una mayor eficiencia en el uso energético. Esta olla es más eficiente con el calor que recibe y conforma un proyecto que llevará unos nueve meses, en los cuales se experimentará con un prototipo de olla embutido en otro recipiente, que deje una cámara de aire alrededor para que circule el calor envolvente y sea mejor aprovechado”, estimando que el ahorro de energía será de “entre 20 y 30 por ciento”.