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Un debate lleno de lógica que no cambiará ninguna elección

(Juan Miserere-Pueblo Regional) Los debates en tiempos electorales siempre son una herramienta saludable, que obligan a los candidatos a elaborar ideas y sostener un discurso lógico en torno a un tema puntual. No obstante, parece difícil que aquello que se diga en ese ámbito termine torciendo el rumbo de una elección. ¿Cuántos son los vecinos que se ponen seriamente a analizar los discursos en un debate? ¿Y cuántos son los que llegan indecisos a ese punto, dispuestos a definir su voto por las propuestas que escuchan? Sin contar con estadísticas que lo ratifiquen, se puede aseverar que el porcentaje es muy escaso, casi nulo.

Además, cuando se debate un modelo de país o incluso de provincia, pueden encontrarse algunos posicionamientos de fondo capaces de marcar lineamientos ideológicos profundos. Pero todo parece más complejo con municipios y comunas que hacen malabares con sus finanzas, donde la mayoría de los ingresos se van en sueldos y es casi imposible proyectar obras de relevancia con recursos genuinos.

Después está la lógica de cualquier campaña: los oficialistas hacen hincapié en lo hecho, en lo que tienen ya encaminado y lo que esperan concretar; al tiempo que los opositores ponen el acento en las falencias (porque todo gobierno las tiene) y prometen soluciones o mejoras casi inmediatas.

El debate realizado el lunes pasado en el Centro Comercial e Industrial evidenció muchos de estos aspectos, con algunos agregados. Al que marcha ganador, se le recomienda esquivar la instancia de las discusiones, porque en cualquier cruce puede salir lastimado y perder terreno. Como contrapartida, el que va perdiendo trata de encontrarlo distraído a su adversario para ver si cae en la tentación de alguna respuesta que lo saque del formato preestablecido con su equipo de trabajo.

Fue así que Leonel Chiarella se concentró en hacer propuestas sin mencionar a la gestión municipal ni al intendente José Freyre, su principal adversario. Sabía sobre qué temas poner el acento, se comprometió a continuar aquellas políticas que considera acertadas y le sacó el cuerpo a la discusión mano a mano. No hubo, en general, propuestas grandilocuentes, aunque tal vez los mayores compromisos fueron asumidos por el candidato frentista un día después junto a Antonio Bonfatti, con esa acta-acuerdo con 19 puntos a concretar.

Sabiendo que el resultado de las PASO lo ubicó por detrás en la línea de largada (el famoso segundo tiempo), Freyre mostró un poco más las garras en el debate, sin guardarse cuestionamientos ni reclamos hacia el gobierno provincial, con la estrategia de vincularlo a Chiarella, buscando un tiro por elevación o alguna respuesta del actual concejal radical, que nunca llegó.

Con una lógica también de manual, la que se animó a algunos proyectos un poco más concretos y fuera de la agenda habitual fue Liliana Rostom, cuya mayor ambición es tratar de sacar algunos votos más que en las primarias, sabiendo que la polarización que ya se dio, podría incluso profundizarse.

¿Hubo vencedores y vencidos? A simple vista no. Al fin y al cabo, la probabilidad de que este debate (como el resto de los inverosímiles ocho o nueve que terminará habiendo en Venado Tuerto hasta el 16) tuerza el destino electoral es prácticamente inexistente.

 

El debate

A la hora de hablar de Producción y Empleo, todos coincidieron en la necesidad de incentivar la actividad privada, algo que -por supuesto- no puede resolverse tan simplemente desde un gobierno municipal. Freyre habló de defender la diversidad productiva e industrial que tiene la ciudad, con acciones para el cuidado y la protección del empleo, atribuyéndose méritos en la reapertura del frigorífico, la instalación del obrador para la autopista y la planta de biogás.

Su planteo no fue muy diferente al de Chiarella, quien sostuvo la necesidad de respaldar y fomentar la industria, apostando a un trabajo conjunto entre lo público y lo privado (lo mismo de lo que se jactó el intendente con sus gestiones). En uno de los pocos ‘palos’ directos al gobierno municipal, el radical recordó que la Secretaría de Producción se encuentra “acéfala” e hizo hincapié en una capacitación orientada en la generación de empleo.

Rostom se diferenció al poner el acento en la necesidad de fomentar la obra pública como generadora de mano de obra, también apostando a la formación.

Cuando el debate se volcó sobre la obra pública, Freyre destacó especialmente las obras de pavimento (afirmó que se hicieron 600 cuadras), más la intervención en cloacas, agua potable y gas, aun en un contexto de dificultad para acceder al financiamiento por la deuda histórica del ex BID, que se terminó de saldar en estos días. Luego puso un manto de realidad para bajar cualquier expectativa desmesurada que pudiera surgir en la oposición, al aclarar cuál es la disponibilidad de recursos del Municipio.

Los dos candidatos opositores mencionaron la necesidad de hacer algo con las vías y esa barrera urbana infranqueable que divide a Venado Tuerto en dos. Además Rostom sorprendió con su proyecto de activar el siempre postergado proyecto del Area Recreativa Norte con un sistema mixto entre lo público y lo privado. Mientras que Chiarella apostó a retomar y actualizar el Plan General y el Plan de Desarrollo Territorial para tener una mejor planificación de las obras a concretar.

 

Lo que no se discute

 

Un permanente caballito de batalla del gobierno municipal es la conformación y sostenimiento de los 11 centros barriales de atención primaria de la salud, una política que ninguno de sus dos adversarios cuestiona, sino que por el contrario apuntan a profundizar. Lo mismo que los jardines maternales, elogiados por Rostom y Chiarella por igual.

No obstante, la candidata de Nuevo Horizonte se animó a plantear que “los centros de salud no funcionan bien en muchos casos”, al tiempo que el dirigente radical insistió con su propuesta de contar con guardias hasta la medianoche en los dos centros principales.

El intendente Freyre también habló de la extensión horaria en las guardias (algo que se anunció post derrota electoral) y sorprendió al mencionar al Consejo Consultivo Social y la Red de Instituciones, que hace mucho que no funcionan con la asiduidad de otros tiempos. El punto a favor que sí se anotó el mandatario justicialista fue el sistema de becas educativas, que mejoró ostensiblemente en los últimos años.

 

Golpe a golpe

Uno de los discursos más críticos del intendente Freyre se dio en materia de seguridad, cuando utilizó su tiempo de exposición para cuestionar la política provincial con respecto a la policía y la prevención del delito, aunque sí tuvo tiempo para recordar que el Municipio abrió hace un año una dependencia para tratamiento de adicciones, punto planteado por sus rivales.

Liliana Rostom insistió con su propuesta de hacer un censo para conocer con certeza cuántos son los vecinos y las vecinas que sufrieron algún robo y reclamó por la apertura de una escuela de policías en la ciudad, algo que incluso prometió el gobernador Miguel Lifschitz en su momento, sin concretarlo.

Por su parte, Chiarella se apoyó en las denuncias que realizó en los últimos años contra vendedores de drogas, planteó un importante aumento del número de cámaras para el monitorio e hizo hincapié en el control del tránsito y en particular las motos, viejo déficit de esta gestión municipal.

En definitiva, el debate tan solo ratificó posiciones entre quienes lo siguieron. Sin lugar para cruces intensos entre los candidatos, discusiones altisonantes ni grandes sorpresas en cuanto a las propuestas, parece difícil que esta exposición de ideas pueda ser tomada como un elemento determinante en el resultado que arrojen las urnas.

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