Yésica Arán es la coordinadora de “Un día de tu vida”, un proyecto de trabajo solidario vinculado a la solidaridad social universitaria por fuera de la secretaría de Extensión. En dialogo con PUEBLO Regional detalló que se trata de una iniciativa basada en intervenciones en el barrio Alejandro Gutiérrez, en dos manzanas donde hay 75 casas. Se hará un relevamiento de la situación de infraestructura, higiene y seguridad.
El armado del equipo de trabajo comenzó a sus actividades hace dos meses. Y el proyecto continuará la semana que viene con la realización de la encuesta. “Nosotros sabemos que, en ese barrio, en las dos manzanas que estuvimos observando, hay casas que tienen deficiencias, que son precarias. Por eso decidimos hacer este relevamiento porque uno tiene la sensación de que las casas están en situación de riesgo.
Hay un equipo de profesionales a disposición compuesto por médicos, enfermeros, docentes, asistentes sociales, psicólogos, integrantes de cooperadoras, el sacerdote del barrio. “Queremos estar en contacto con todas aquellas personas que conozcan el territorio. Y también invitamos a todos los que quieran participar, porque hay mucha gente que quiere ayudar y no encuentra el lugar”, define.
Se pregunta si hay adultos mayores, gente con discapacidad, cuantas personas la habitan, y de esa manera, elaborar un rango para poder evaluar y desarrollar acciones que permitan mejorar las condiciones de vida. “Lo que más nos interesa no es tanto la infraestructura, sino lo que tiene que ver con la higiene y seguridad, como la parte eléctrica, por ejemplo, o la parte sanitaria”, especifica Arán.
Luego del relevamiento, se llevará a cabo una capacitación por parte de la universidad para los propios vecinos en relación a nuevos hábitos de cuidado. “Son capacitaciones para establecer relaciones para que no parezca que estamos invadiendo el lugar. Nosotros queremos, a través de la información que vamos a obtener, conocer si hay personas que trabajan, si están buscando trabajo, si la ama de casa tiene niños, si está todo el tiempo en la casa, y eso nos permitirá avanzar en detalles de las intervenciones”, aclara.
El proyecto está articulado en su implementación entre la UTN, que funciona como sede, y hay asistentes sociales que trabajan para el Municipio que realizan las encuestas, dado que ellas ya están en el barrio, conocen a la gente y evita que se produzca una sensación de “invasión” desde afuera. “Hace mucho que venimos planificando este proyecto, pero siempre había advertencias, por distintas razones. Pero creemos que era tiempo de hacerlo. La facultad tiene varios proyectos de este tipo”, delimita Arán.
Por último, la profesional explica que también se organizará un banco de materiales para poder cumplimentar la última parte de este proyecto que consiste en las refacciones y mejoras: “no es una intervención dando una ayuda aislada, sino que queremos que se pueda mantener en el tiempo. Hay que dejar claro que no es un proyecto que tendrá frutos de un día para el otro, sino que es a mediano y largo plazo. La idea es que la gente incorpore estos nuevos elementos y acompañarlos para crear el hábito de ciertos usos”.


