(PR/RG) Emanuel Cáceres es un joven de Venado Tuerto que tiene sordera. En los últimos días, trascendió una publicación que hizo en facebook: Pidió ser respetado.
«Hola amigos y familias. Yo les quiero decir por favor me respeten, yo no soy tonto, yo puedo hacer las mismas cosas que ustedes hacen, lo único que no puedo es escuchar», comenzó diciendo Emanuel.
Seguido a esto, escribió «No me gusta que me discriminen o se burlen de mi».
El joven indicó cómo deben comunicarse con él, en el caso de desconocer la lengua de señas: «Cuándo quieran decirme algo y no sepan como hacerlo, solo acérquense a mi y yo puedo leer los labios si me hablan despacio».
También se describió como una persona a la que le gusta «aprender mucho, hacer preguntas y que quiere salir adelante», por lo que volvió a remarcar en el mismo posteo: «Les pido que me ayuden y no se burlen de mi. Quiero que me respeten».
Luego Emanuel, con cierto humor, cerró diciendo: «Al ser sordo por lo menos tengo mí idioma hermoso, que es la lengua de señas. Amo ser sordo».
Parece increíble leer, en los tiempos que vivimos, que una persona deba estar pidiendo empatía. Sin embargo, a diario vemos casos como los de Emanuel. No permitamos que se sigan perpetuando en el tiempo las conductas de discriminación y burla hacia las persona por su condición física, neurológica, credo, etnia o género.
