Mariano Frassa es un médico rural que maneja 6.000 kilómetros por mes para atender pacientes de tres localidades del partido bonaerense de Chacabuco: «Yo nací en el campo y sentí la necesidad en carne propia», dijo.
En diálogo con el programa Podría ser peor, contó detalles de su vida laboral recorriendo varios pueblos y de su relación con los pacientes: «Nació en mí la vocación de estudiar medicina con el objetivo de hacerlo. Empecé en Rawson, provincia de Buenos Aires, con poco más de 3 mil habitantes; luego sumé Castilla y finalmente O’Higgins, con algo más de mil cada una».
«Atender a las tres poblaciones hay que recorrer muchos quilómetros. Es una experiencia hermosa, pero no es para acariciar el ego, sino para ser punta lanza y estimular a los nuevos estudiantes y médicos», agregó.
El doctor Frassa siente que su objetivo tiene sentido cuando le pasan cosas como la que contó en Podría ser peor: «En estas 48 horas, en las que hablé en algunos medios, me llamaron no menos de 15 estudiantes de medicina entusiasmados en seguir este camino y es una satisfacción enorme».
Además, dio detalles de las ventajas y desventajas de su trabajo respecto de los de otros facultativos: «La ventaja que tengo con los médicos de las ciudades grandes es que conocés a los pacientes, a sus familiares, sus historias clínicas y los conocés por nombre a cada uno». Como contra partida, indicó: «Lo más difícil es que, a veces, no se puede llegar porque los caminos están anegados o, en ocasiones, hay una emergencia y uno no tiene los elementos necesarios»
Entre esas dificultades, ejemplificó: «Tuve un parto domiciliario complicado. En el hospital no había sala de parto, entonces acomodé un espacio para eso; pero, en ese momento, me llamó el marido diciéndome que la mujer había roto bolsa, que no llegaba, que si podía ir yo hasta su casa. Así que armamos improvisadamente la sala en el dormitorio e hicimos lo que debíamos. Después pusimos calentita la ambulancia, los cargamos y lo llevamos al hospital de Chacabuco».
«Lo que más me gusta es el ambiente ameno y el agradecimiento que se da, uno es casi familia de ellos», dijo. Y agregó: «Si bien la densidad demográfica es baja, todos los pacientes son responsabilidad tuya. Y hoy por WhatsApp tenés consultas las 24 horas».
Mariano Frassa habló de sus referentes y de lo difícil que se le hace acomodar sus horas entre sus labores y su familia: «Los doctores Laureano Maradona y René Favaloro son nuestros faros en el camino». Y agregó: «Tengo tres hijos y cuesta, tengo poco tiempo para ellos pero de calidad. Entonces trato de responder escuetamente y luego aclararles como viene mi día».
No es fácil, pero el doctor Frassa sabe que hace lo que siempre quiso, a pesar de los pesares y de la poca ayuda que suele tener de parte del estado: «Es una cosa rara la tarea del médico rural para ellos, pero el acompañamiento de la gente y mi autogestión hace que pueda vivir de esto. Hay que darse maña para seguir adelante».
Fuente: Rosario3