Gonzalo Goyechea es farmacéutico de María Teresa. Ante el anuncio del recorte de medicamentos en la cartilla del PAMI, expresó su repudio de la decisión: “aunque no sea un ‘experto internacional’, debo decir que dicho plan y la defensa que hace su titular no resisten el mínimo análisis”, comenta a PUEBLO Regional y detalla algunos de los puntos de su crítica:
– Si un organismo del estado como PAMI detecta medicamentos obsoletos o ineficaces debería instruir al Ministerio de Salud Pública o al ANMAT (organismo que controla la eficacia y la seguridad de los medicamentos) para que los retire del mercado. Si no los retira, el Estado Nacional está atentando contra la salud de toda la población.
– Si por algún motivo inexplicable el estado no retira estos medicamentos, PAMI debería excluirlos de su cobertura, porque si la intención es hacer un uso eficaz de los recursos, dar cualquier cobertura a tratamientos ineficaces sería un derroche.
– Se debería informar a los médicos prestadores de los estudios que demuestran la falta de eficacia de estos medicamentos para que no los sigan prescribiendo. Si el médico de confianza se los receta, el jubilado los va a comprar aunque tenga menor cobertura; por lo tanto el Instituto, con esta resolución, cuida sus fondos pero no el de sus afiliados.
– El Sistema de Salud debe estar manejado por sanitaristas. Ya pasó en la década de 1990 que la salud del país, de cada provincia, de los hospitales y de las clínicas privadas estuvo manejada por “expertos”, contadores que solo manejaban costos y rentabilidad. La salud es mucho más que debe, haber y saldo. El error de simplificar la salud a una cuestión contable todavía la estamos pagando más de veinte años después.
– Muchas veces en sanidad las palabras eficacia y transparencia fueron utilizadas en discursos para esconder una menor prestación en los servicios. En un ajuste siempre los perjudicados son los jubilados y pensionados, porque los ajustes son siempre en contra de los afiliados nunca a favor.
– El debate pendiente, necesario y beneficioso para los jubilados y toda la sociedad es determinar el verdadero costo de los medicamentos, sobrevaluados en demasía, controlando la cartelización de los laboratorios y relacionado con esto, nos debemos una plena aplicación de la Ley de Genéricos sancionada en el 2002 y que prácticamente nunca estuvo en vigencia.
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