(PR-Giuliana Ghignone) Imantata es un emprendimiento venadense que de la mano de Paula y Gabriel fue creciendo a pasos agigantados. Hace tres años se animaron a meterse de lleno en un mundo de reciclado, consumo consciente y desarrollo sustentable y así crearon una tienda que ofrece muebles y objetos antiguos, de estilo, pero reciclados con una estética que puedan adaptarse a una casa moderna, una opción sustentable para amueblar y decorar una casa actual.

Paula es abogada pero su pasión por la madera fue más fuerte y tras rescatar y restaurar varios muebles de su familia supo que era algo que quería continuar haciendo. Su pareja, Gabriel era comerciante y desde hace 5 meses pasó a ser un carpintero full time, compartiendo el mismo disfrute que su compañera. “Somos detallistas y le dedicamos muchas horas al trabajo, lo hacemos a gusto, es un orgullo vivir de lo que te apasiona“.
“Imantata proviene de la lengua aymara y hace referencia a todo aquello que se encuentra oculto o secreto, lo que no puede verse a simple vista pero que es “esencia y alma de las cosas” para nosotros lo esencial, lo natural, es trabajar con nuestras manos, recuperar maderas, ser conscientes en el consumo, poner el alma, y hacer nuestro aporte para que mañana pueda haber un futuro”, cuentan estos venadenses que cargados de energía y esperanza cada día emprenden un nuevo desafío.

Con el entusiasmo que caracteriza a cada emprendedor esta pareja ha ido dando saltos realmente sorprendentes “tenemos un taller al que nos mudamos recientemente y fue para nosotros nuestro último gran paso, significó un importante crecimiento para Imantata. Pero al margen del taller físico, tenemos una enorme vidriera que son las redes sociales y que es a través de donde se concretan el 90% de las ventas e interacciones con los clientes. Más allá de que quienes viven en Venado y la zona utilizan el contacto personal, la realidad es que el trabajo nunca se limitó solo a Venado. Vendemos a todo el país e incluso solemos hacer trabajos a pedido de clientes de otras provincias que nos envían sus muebles, recorriendo en algunos casos más de 1000 km entre ida y vuelta, para que los reciclemos acá. ¡Esto último creo que nunca va a dejar de sorprendernos y gratificarnos!”.

Paula explica que hoy también tienen una línea de objetos y muebles que diseñan y fabrican desde 0 completamente con madera antigua recuperada, en general pino tea y también comenzaron a estudiar y formarse, para asesorar y llevar a cabo proyectos de interiorismo, con una mirada consciente y sustentable.
Sin dudas, una marca que ya está instalada en la comunidad, con estilo propio y mucha ambición de seguir creciendo. Dos personas que se animaron a vivir de lo que aman pensando también en las futuras generaciones, aportando desde su lugar para un mundo mejor.


