(PR/GiulianaGhignone) Analía Marzocchini lleva ya más de 18 años recorriendo las calles de la ciudad y salvando a los perros que han sido abandonados sin ningún tipo de cuidado ni atención. “Lo mío es amor puro hacia ellos y los voy a defender hasta el día de mi muerte, hasta que este cuerpo aguante” una de las últimas frases que durante la entrevista mencionó y con la que podría resumirse todo el esfuerzo y la valentía que pone en cada jornada.
Ella es una de las 30 personas que se dedican a esta ardua tarea de dar amor y atención a las mascotas que supieron tener un lugar donde vivir pero que de un momento a otro fueron abandonados, muchos de ellos con graves problemas de salud.
“Tengo 59 años, soy docente y amo a los animales con toda mi alma. En mi casa tengo 42 perros, que como siempre digo “entraron con olor a muerte”. La mayoría son galgos maltratados, abandonados, explotados. He recibido muchas galgas que iban a parir en la calle y yo les di un lugar. Mi trabajo es rescatarlos, curarles su cuerpito y su alma, porque el amor todo lo puede” así se presenta Analía. Una mujer que, como tantas otras, dedica su vida y tiempo al cuidado de estos pequeños seres a quienes se encarga de alimentar, vacunar y castrar mientras estén bajo su tutela.
Pero en la charla, ella cuenta a Pueblo Regional que los problema al tener tantos animales de diferentes edades en su hogar no son pocos “yo tuve que readecuar mi casa para poder tenerlos. Además, los vecinos se enojan porque los perros ladran, te tildan de “acumuladora”. Es un trabajo que genera mucha impotencia porque salvas 2 y aparecen 20”comenta. Incluso, agregó que hoy, solo en 4 casas de proteccionistas hay 120 perros, “yo tengo 42 perros, Silvana 19, Eva 20, Miguelina 60, Cristina 38, somos un montón de proteccionistas que tenemos gran cantidad de perros” detalla.
Si bien Analía destaca el trabajo incansable del personal de IMUSCA y de los voluntarios del Refugio considera que no es suficiente “hace falta que cambien las leyes, que quien abandona o maltrata un animal sea multado, que se hagan campañas de seguimiento, y un refugio municipal, creo que falta compromiso. A mí me han tildado de acumuladora pero qué haces con un animal que lo encontrás destruido. Yo no puedo hacer la vista gorda ante eso. El refugio está colapsado y el personal del IMUSCA se acerca al lugar denunciado y atiende al animal pero no los levanta porque no tienen un lugar donde llevarlo.”
Por estos días, junto a otras personas que velan por los animales, han recorrido el barrio Villa Moises para detectar cuáles son los perros que se encuentran en estado de abandono, les llevaron comida e incluso se solicitó al IMUSCA 14 turnos para llevar a cabo la castración de los mismos. “Si bien los refugios no son el mejor lugar yo estoy esperando que me responda alguien qué hacemos con todos esos perros que andan vagando por toda la ciudad en estas terribles condiciones” expresó.
Para poder llevar a cabo esta tarea, la venadense comentó que recibe ayuda de mascoteras, de amigas, de gente que se suma a estas campañas de llevar alimento, de los veterinarios que siempre están a disposición, de Inés Carusillo y de la Veterinaria Carena que incluso ha operado galgos con cáncer de huesos, hígado rescatados.
