Por Mariano Piersimone
(PR) En esta quinta parte, Mariano Piersimone y Pueblo Regional siguen contando la historia del Centro Recreativo Unión y Cultura de Murphy, con un desarrollo cronológico de hechos y eventos salientes del club, que en enero de 2025 estará cumpliendo sus primeros cien años de vida.
En 1976, la institución cumplió 51 años de vida, un hito que marcó el inicio de un decanato lleno de actividades y de un crecimiento notable. La localidad y el club crecían a la par, dando lugar a nuevas disciplinas deportivas, espectáculos recreativos de mayor envergadura y cambios importantes en la infraestructura. Este periodo también trajo consigo las primeras imágenes a color, desde fotografías hasta televisores, que poco a poco fueron desplazando al cine en el salón de la entidad, cerrando así una etapa memorable.
A pesar de las dificultades, el club siempre encontró la manera de reordenarse y seguir adelante con pasión y compromiso, demostrando que nunca se deben bajar los brazos.
En 1977, mientras Guillermo Vilas hacía historia al ganar Roland Garros, convirtiéndose en el primer argentino en conquistar ese Grand Slam y dejando una huella imborrable en el deporte nacional, el club también vivía una época de cambios y logros. Inspirados por la precisión y la destreza del tenis, los eventos y transformaciones de esta década se pueden comparar con golpes magistrales.
Un tremendo saque, con los primeros Cosmos Carnavales, famosos por la cantidad de gente que se congregaba en el lugar para disfrutarlos y la calidad de artistas nacionales e internacionales que pisaron el escenario mayor por esos tiempos, las carrozas, los disfraces y toda la nieve loca que bañó a la institución de una era gloriosa en lo social.
Un globo estratégico, con la construcción del gimnasio cubierto en 1977, fruto de lo recaudado en los Cosmos Carnavales.
Un revés a una mano, con la creación de la Escuela Integral de Deportes (EIDD) en 1978. Creada por un grupo de padres entusiastas, y con el aval de la comisión directiva de ese momento. El primero en trabajar como director general de la escuela fue el ex jugador Ceferino “Tati” Cossio. Las categorías Infantiles que inicialmente participaron fueron las comprendidas entre los chicos nacidos desde 1968 hasta 1975; los mayores a estos formaron las Intermedias.
Un drive con estilo, con el nacimiento de la escuela de patín artístico ese mismo año. Veladas llevadas a cabo en el salón que impusieron ritmo y color dejando atrás ya el cine que poco a poco fue desapareciendo.
Un smash contundente, con los campeonatos oficiales de Primera División de la Liga Venadense de Fútbol en 1980 y 1981, el primer bicampeonato de la institución en este popular deporte.
Un drop inolvidable, con la anécdota del Dr. Blasón en 1982 que traspasó los límites, incluso oceánicos. Para conocerla en detalle, en el libro de la institución estará contada por su mismísimo autor, Pedro Alberto “Pelo” Torres.
Una volea literal, con la reforestación del predio en 1984; se sacan la mayoría de los eucaliptus que rodeaban al complejo para embellecerlo y organizar el predio con nuevas plantaciones que permanecen en la actualidad.
Una Gran Willy, al comenzar a soñar con la práctica formal de tenis en el club, un proyecto que germinaría con el tiempo.
Este período no sólo marcó un avance edilicio y deportivo, también un espíritu resiliente que siempre encontró formas de superar obstáculos y seguir adelante, sentando las bases para futuros capítulos llenos de historia y pasión por el club.
La próxima edición, que seguirá cargada con la rica historia del club, será la primera del mes aniversario, del primer siglo de gloria Unión y Cultura.
