El proceso de recuperación productiva y puesta en marcha de la capacidad ociosa industrial llevado adelante la última década no tuvo consecuencias solo en los índices de crecimiento y generación de puestos de trabajo. Los efectos de las políticas económicas implementadas se extendieron a distintas esferas. La creación de empleo y la distribución de la riqueza no son solo variables económicas o indicadores estadísticos. Es también el desarrollo de la educación técnica, la inauguración de establecimientos educativos y la ampliación de las ofertas de conocimientos con inserción en el aparato productivo.
La Universidad Tecnológica Nacional de Venado Tuerto es uno de esos síntomas de expansión. El nuevo edificio, levantado con fondos provenientes del gobierno nacional, es una muestra de esa multiplicación de las oportunidades y de la ampliación de la capacidad industrial de la región. Los estudiantes van a estudiar carreras y aprender oficios que luego servirán para insertarse en el mundo laboral que se abre con la creación y crecimiento de empresas en la región: son alrededor de 4 mil los trabajadores registrados en el área industrial de Venado Tuerto.
“Yo no sé si se ha malgastado o no, pero el crecimiento de la facultad en Venado es notorio desde hace mucho tiempo. Nosotros tratamos de aprovechar cualquier partida y programa que andaba dando vueltas nos presentábamos, esa fue la estrategia para optimizar los recursos y hacerla crecer”, dice Jorge Amigo, decano de la casa de estudios.
La construcción del edificio de calle Laprida empezó en 2004. Cada dos años fue sumando ampliaciones, a medida que las autoridades gestionaban partidas de fondos. Las últimas derivaron en la terminación del frente y el acceso, con un costo de 3 millones de pesos provenientes del Ministerio de Planificación. La Universidad debió hacerse cargo únicamente del mobiliario. Inversión pública, política educacional.
“En lo educativo el crecimiento edilicio hizo posible ampliar oferta de cursos que antes no se podían dar por falta de espacio. Ahora hay un ofrecimiento de carreras de ingeniería, que el año que viene incorporamos una más, sino en la oferta de curso de extensión para graduados u oficios para aquellas personas que quieran aprender a ser pintor, soldador o construcción en seco. Cursos que antes no los podíamos dar”, comenta Amigo.
La ciudad agraria y la ciudad industrial
La identidad de Venado Tuerto suele emparentarse a la producción agropecuaria, olvidando la intensa actividad industrial desplegada los últimos años. La presencia del Parque Industrial es una seña de esa matriz diversa que posee la ciudad y que no forma parte de los imaginarios sociales, más vinculados a la presencia de las grandes cerealeras y semilleros. La ciudad agraria es, en realidad, una construcción política, una necesidad cristalizada de determinados sectores de la sociedad venadense.
El impulso industrial generó una dinámica de asociación entre la universidad y los distintos eslabones productivos. Esa conexión entre las empresas y la casa de estudios conlleva el intercambio de información y saberes que permitan el desarrollo integral de la actividad. En la imagen que se piensa y elabora de la ciudad está también en juego el futuro. La concepción del desarrollo implica la consolidación de las decisiones políticas que ubicaron a la industria como una rama pujante, o la reconstitución del perfil productivo, orientándolo a la centralidad del complejo agropecuario-exportador.
Es, asimismo, una determinación sobre las oportunidades para los venadenses: la industria genera más puestos de trabajo que la actividad agraria, principalmente concentrada en el cultivo de soja, que es el que particularmente menos fuerza de trabajo demanda.
“Con relación a la industria, una cosa que hemos trabajado en los últimos años es hacer jornadas de intercambio para saber qué necesitaban y en función de eso armamos cursos de capacitación, para que la gente tenga posibilidades de ir a buscar trabajo. Por otro lado, hay algunos convenios, porque hay programas que necesitan de la Universidad para formular el proyecto y hacer una auditoría. En general, vimos que Venado, que antes dependía puramente del agro, ahora se volcó a la metalmecánica y desarrollos de construcciones civiles, y en esos campos la Universidad hizo su aporte”, define el decano.
Una de las cuentas pendientes es el arreglo del histórico edificio de calle Castelli. Construido durante la década del ’40, el estado en el que se encuentra imposibilitó continuar con las actividades y todas se trasladaron al nuevo edificio. Las autoridades universitarias presentaron distintos proyectos para rehabilitarlo, pero las obras de reparación alcanzaban los 30 millones de pesos de costo, lo que detuvo los intentos. Las obras necesarias incluyen la refuncionalización de las aulas y oficinas, iniciativa que quedará pendiente hasta que puedan conseguirse los fondos para materializar el proyecto.
Para poder cumplir con los objetivos de reconstrucción y diversificación educativa es necesaria la participación activa del estado nacional, acompañando con políticas públicas y financiamiento los proyectos que se elaboran desde los despachos universitarios. La autonomía es política, lo que no significa que el estado deba hacerse a un lado y reducir su acompañamiento económico. Los discursos promovidos desde algunas usinas políticas que hoy han logrado acceder a la conducción del Estado Nacional, anclados en una concepción liberal, tienden a confundir. Las políticas públicas en el campo educativo que permitieron recuperar buena parte del andamiaje universitario que había entrado en crisis durante los años de neoliberalismo, y que hoy han tomado decisiones como la de reducir el presupuesto educativo a la mitad. El presupuesto educativo, que en tiempos de Néstor Kirchner se había estipulado como el 6% del PBI anual; hoy se redujo a un 3%.
“No nos oponemos a la apertura de Universidades dentro de una planificación regional dentro de lo que necesita la región. Si tenemos espacio ocioso estamos dispuestos a brindarlo a una nueva Universidad. Yo lo que veo es que las políticas educativas sostenidas desde el año 2003 Néstor y Cristina han sido muy favorables. Siempre lo he defendido. El presupuesto histórico prácticamente era cero. Y en el gobierno anterior, casas chicas como nuestra Universidad nos han hecho crecer muchísimo. Nosotros queremos la continuidad de esas políticas”, sintetiza Amigo.
Orgullosos en Venado Tuerto de nuestra FACULTAD UTN!!!!!
Gracias por trabajar, trabajar, trabajar… Que sus luchas y esta nueva etapa siga adelante y a no bajar los brazos….LUCHAR…LUCHAR….LUCHAR… LA JUVETUD LO NECESITA!!!