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Vassalli: “en esto apostamos a una continuidad, necesitamos que se mantengan ciertos parámetros”.

03082015-IMG_3497 En un contexto donde circulan mil rumores, la cúpula de la fábrica insignia de la industria regional recibió a PUEBLO Regional. Si bien confirmaron que ciertas secciones de la fábrica no están trabajando, reivindicaron que no existen suspensiones y que los sueldos están al día. Definen esta situación de dificultad como “coyuntural” y apuestan a la diversificación de su producción. Respecto a la política de desarrollo industrial del Gobierno Nacional señalan: “en esto apostamos a una continuidad, necesitamos que se mantengan ciertos parámetros”. 

En Santa Fe se concentra el 44% de las plantas productoras de maquinaria agrícola. Vassalli, en la ciudad de Firmat, es una de ellas; también, es una referencia regional, un foco histórico en el desarrollo productivo del sur provincial, con más de sesenta años de presencia. Durante los años del boom sojero, con un alto crecimiento en la producción agropecuaria, una suba sostenida en los niveles de exportación y excepcionales precios internacionales de los commodities, la industria de maquinaria agrícola se vio fuertemente beneficiada. En ese marco, Vassalli es una de las empresas de capital nacional que jugaron un rol de relevancia en ese proceso. Sin embargo, con la caída de los precios y la retracción económica en un contexto donde prima la especulación y cautela, la situación de la fábrica sufrió duros impactos. A partir de los rumores surgidos sobre el posible cierre de la fábrica, PUEBLO Regional conversó con José Candiotti y Mariana Vassalli, director y titular de la firma respectivamente.

“Es muy difícil, en una empresa de éste tipo, sacar una foto, porque es muy puntual, y obviamente, siempre hay que hacer una reseña de lo que vino sucediendo hace algunos años y la expectativa hacia adelante. La foto hoy, todo el mundo está un poco asustado, con incertidumbre, que es lo que pasa en nuestro rubro, que es la metalmecánica dedicada al agro. Yo en términos económicos no creo que haya problemas críticos, pero típico de un año electoral, la gente está esperando ver qué pasa. La cosecha fue buena con respecto a rindes, pero no tanto con respecto a precios, así que el cliente nuestro no hizo lo que se esperaba”, comenta Candiotti. El diagnóstico, pese a las complicaciones, es definido como algo transitorio, propio de la etapa que se atraviesa: “si bien parecería ser crítica la situación, nosotros la vemos muy coyuntural. Estamos haciendo mucho esfuerzo para sostener esto porque lo vemos como coyuntural, si no tuviéramos expectativa hacia adelante, decidiríamos parar acá y no seguir endeudándonos”, agrega.

En éste momento, la fábrica se encuentra trabajando con turnos normales y con los 585 empleados dentro de las instalaciones. “Es mucha gente. No se está vendiendo. Si no vendemos se nos hace difícil fabricar, comprar material, toda la cadena. El mercado está muy caído: hay buenos créditos del Banco Nación, la cosecha fue buena, pero no se está moviendo. La expectativa con la cosecha buena era que se mueva, pero no sucedió. Le está pasando a todo el sector de maquinaria agrícola. Y en una cosechadora, que es el producto más alto, premium, es la que más demora para tomarse la decisión de compra”, dice la nieta del fundador de la empresa Roque Vassalli.

03082015-IMG_3478Sueldos al día, trabajo postergado

Los factores que intervienen en la definición del panorama, obviamente, son múltiples y muy variados. La mayoría de las ventas en el mercado interno son hacia los contratistas, esa figura surgida al calor de los agronegocios, a partir de la imposición de la lógica de escala, que desplazó a muchos productores y revirtió profundamente la estructura productiva del campo argentino. Muchos propietarios, que antes contaban con sus máquinas, su tierra y sus animales, dejaron sus campos para alquiler o se mudaron a realizar trabajos para terceros, brindando servicios de cosecha. Con el parate de la actividad y la extremada precaución que existe en el mercado agropecuario, la rentabilidad del contratista se pone en suspenso y, por lo tanto, la renovación de máquinas se retrasa. Ese fenómeno repercute en la actividad de la fábrica, dedicada fundamentalmente a la producción de cosechadoras, el producto de mayor complejidad y más caro dentro de la maquinaria agrícola. Ese detenimiento del mercado obligó a que los trabajadores de Vassalli se encuentren cobrando su sueldo pero sin desarrollar tareas, lo que inspiró un clima de incertidumbre y desazón de cara al futuro. “Es real y lo entendemos, porque hay gente que se siente mal cobrando el sueldo y no trabajando. Pero si nosotros tomamos la decisión de trabajar menos días o anticipar las vacaciones, y viene un cliente y ve que la fábrica no trabaja, se complica más. Hay versiones que han salido muy confundidas sobre el cierre de la fábrica, son todas cosas equivocadas y que nos hacen daño a nosotros”, comenta Vassalli.

Desde la empresa, de todas formas, remarcan la importancia de los esfuerzos para cumplir con el pago de los salarios, a pesar de que los encargos de trabajo hayan disminuido al punto de que secciones de la fábrica se encuentren casi paradas: “hoy estamos con los sueldos al día. Nos falta pagar medio aguinaldo y un retroactivo por paritarias. El esfuerzo no fue poco. Queremos instalar la idea que desde ya necesitamos ayuda de todos los sectores, y el personal no es poco lo que están haciendo; los sindicatos, en su medida, están colaborando; sí es muy difícil porque no podemos pretender que la gente venga a trabajar sin cobrar, pero nos fuimos demorando en la medida que íbamos consiguiendo algo, y hoy estamos al día con los sueldos”, comenta Candiotti.

Desde el 2009, cuando la situación comenzó a deteriorarse paulatinamente, Vassalli recurrió a los REPRO para poder completar el pago de los salarios. Se trata de una asignación nacional que cubre una parte de los sueldos de los empleados. Actualmente, hace alrededor de cuatro meses que los operarios reciben dos mil pesos de esa contribución nacional.

03082015-IMG_3474Panorama del sector

El universo de la maquinaria agrícola se encuentra invadido por grandes firmas multinacionales que acaparan buena parte del mercado y cuentan con ventajas considerables a partir de su extensión global y su gran capacidad financiera. El capital histórico de Vasalli estuvo en la integración de la producción, dejando la riqueza en proveedores inmediatos, permitiendo una cadena de producción centrada en la planta firmatense. Pero los cambios tecnológicos, el abandono de la mecánica y el paso a lo hidráulico y lo electrónico, obligaron a ampliar el espectro de proveedores y a modificar las cadenas de producción: ya no todo puede hacerse en la planta regional.

“Competir con las multinacionales se hace muy difícil, pero hace bastante tiempo que lo venimos analizando, y por eso buscamos nichos específicos donde las multinacionales, por diversos factores, lo van desechando; para lo zona somos relativamente grandes, pero somos chicos para una multinacionales que tienen fábricas en distintos países y sin un solo dueño. Lo que pasó es que uno de esos nichos era Venezuela, y ésta complicación, en un gran porcentaje, se nos generó por Venezuela, que sostenía con su demanda los altibajos del mercado interno. Tenía sus problemas, pero como era un acuerdo hecho entre gobiernos, sabíamos que se cobraba. Pero con la dependencia del petróleo que tienen, que cayó de 100 a 50 dólares, y con la caída de la soja, en nuestro país, son dos cosas marco que hacen que no podamos seguir como hace tres años”, comenta el gerente.

La presión que ejercen las multinacionales, que gozan de un esquema de negocios que le permite contar con más oxígeno y capacidad de maniobra, imputa la necesidad de diversificarse: “estamos haciendo todo lo posible por diversificarnos. Hemos hecho estudios de mercado dentro del rubro, porque la cosechadora requiere una gran estructura, y eso es difícil sostenerlo. Estas son estructuras muy importantes y es complejo diversificarse. Habría que producir a una escala muy grande de otro producto más barato”, cuentan.

IMG_9965Mapa de exportaciones: el horizonte que se abre

“Estamos tratando de explorar todos los mercados a dónde podamos llegar, pero hay una realidad es que somos caros en todos lados. El producto argentino, con la competencia de las multinacionales, son caros. Es bastante complicado, hicimos una misión comercial a Perú, que nos acompañó la ministra (de Industria) Débora Giorgi, y estamos en la pelea con el precio, el tipo de máquina, etcétera. El negocio de la cosechadora es complicado, y por ahí se confunde un poco, y el que no sabe, nos dice que no queremos vender, pero nosotros no dejamos de hacer nada. Queremos hacer otro producto, pero qué hacemos, para qué lado vamos, y hoy no es el momento para hacer un tractor, una pulverizadora o lo que sea. Cuando se habló de hacer otro producto, con Venezuela y el mercado interno en buen nivel, no nos daba para encararlo. Hay que estudiarlo muy bien”, sintetiza Vassalli.

La realidad del tipo de cambio en la Argentina y el contexto electoral, en donde no abundan las grandes definiciones y se propaga una sensación de inquietud e incertidumbre, aquieta demasiado las aguas y dificulta la permanencia de las actividades. “Por un montón de cuestiones siempre quedamos atrás con el tipo de cambio. Nos pasó con Rusia, que ya teníamos la propuesta, y en ese momento teníamos un dólar de 6,70 y afinamos los números, y no llegábamos, no podíamos ser competitivos. En ese momento, con un dólar de 7, llegábamos. Se devaluó, llegó el dólar a ocho, y ya era tarde. Siempre estamos corriendo detrás del dólar. Pero decir que con una devaluación se soluciona todo, es muy difícil. Quizás se necesitaría algo como un dólar exportador, pero que no tenga repercusión acá adentro. Y es muy complicado. Me parece que a partir de diciembre la gente se va a sacar cualquier fantasma de encima. Yo creo que todo va a seguir más o menos igual y que con algunos retoquecitos esto se revierte”, confía Candiotti.

En ese sentido, desde la empresa detallan su certeza sobre el rumbo de las políticas industriales adoptadas estos últimos años y el respaldo que desde el gobierno nacional se realizó a las fábricas locales. “En esto apostamos a una continuidad, necesitamos que se mantengan ciertos parámetros, y el campo es un aparato productivo que no podemos estar peleado. Lo que no podemos permitir es estar peleados con el aparato productivo. Nuestra postura es que tenemos que ser realista, y si no nos remontamos a épocas muy antiguas de Roque Vasalli, la atención que tuvimos desde el gobierno es histórica. Yo estuve reunido con (el Ministro de Economía, Axel) Kiciloff en exclusiva, con el Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, que es algo que creo que nunca había sucedido. Hay que ser claro: esto es muy grande, necesita mucha plata, y si no factura, no produce, a nadie le sirve que nos den plata. Nosotros necesitamos mano de obra, si no se trabaja, la plata no sirve. Puede servir coyunturalmente, pero lo que necesitamos es trabajo”, especifican.

(Extracto de la Nota de Tapa de PUEBLO Regional 1° edición de Agosto que sale el sábado 8 en Firmat y el Domingo 9 en la región).

 

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