(PR-Franco Santinelli) Multifuncional, alegre y vivaz. Celeste Armas es el tipo de persona que no se conforma con cualquier respuesta. Le encanta viajar, jugar con niños, enseñar y aprender. Se recibió de profesora y licenciada en historia, se dedica a la formación docente y es la creadora del sitio web Historia y Educación. Cuando empezó la universidad quería estudiar historia, para ser guía turística y viajar por el mundo.
“Me gusta mucho la historia y desde chiquita me apasiona el tiempo”, Celeste memoriza y busca explicaciones a sus inicios, “me acuerdo de que cuando tenía 7 años le pregunté a mi mamá ¿Quién pone años a los años? ¿Quién dijo que después del 1995 viene el 1996? No me acuerdo su respuesta, pero no me debe haber convencido”.
Empezó con sus estudios universitarios en la ciudad de Rosario en 2007, y tres años después se fue a Rio Cuarto. “Me mudé por un novio, después el novio se fue y yo me quedé”, se ríe de sus propias palabras y su risa es contagiosa. Entonces continua, “Los viajes también aparecieron de niña, en casa podían faltar muchas cosas, pero nunca las escapadas viajeras. Así comiéramos picadillo todos los días, subirse al auto y tomar la ruta era un hecho”.
En el año 2014 se fue a México para un intercambio educativo, becada por el estado de Quintana Roo (en la península de Yucatán) y continuó con sus materias. “Ese viaje me cambió para siempre, fui otra Cele, y todo lo que encontré en ese momento no lo quiero perder nunca más”, comenta y su postura en contemplativa. En 2015 vuelve a Argentina, se recibe de licenciada y conoce el mundo de la formación docente en nivel inicial. Ella juega con las palabras y dice, “enseñar a enseñar historia en las infancias. Me encontré plena ahí”. Sin darse cuenta Celeste había logrado fusionar sus cuatro pasiones: la enseñanza, la infancia, la historia y los viajes.
También fue becada por la fundación Carolina en 2019 para hacer un máster en España, y estudió en Badajoz (Sur de España al límite con Portugal). “Fue la segunda mejor experiencia de mi vida, aún en cuarentena, sola, lejos de todos mis afectos y la repatriación de por medio”, Celeste se anticipaba a hablar de un suceso que nos afectó a todos, el duro golpe de la pandemia.
Al regresar a Argentina repatriada, estuvo largo tiempo sin trabajo, “Estaba triste, volví y no tenía nada porque mi idea era quedarme allá [en España], hasta que un día dije: tengo que contar todo esto que aprendí”. Así empezó con el sitio web Historia y Educación, su ventana al mundo como ella lo definió. Comenzó a dar talleres online para docentes de primera infancia, pero notó que hay gente en las redes sociales que quiere saber más, “La academia suele alejarse de la sociedad y encontré algo reparador en democratizar el conocimiento desde la divulgación, sin que pierda valor”, Celeste remarca su idea, “Eso es lo que intento ser en las redes, un puente entre lo nuevo en materia de investigación y las necesidades de las personas, reales y concretas. Lo que necesitamos son investigadores que sepan más de aulas, de infancias, de la gente”.
Los viajes de mochilera
Además de los viajes académicos a México y España, también visitó como mochilera Portugal, República Checa, Francia, Holanda, Bolivia, Perú, Uruguay y muchas partes de Argentina, siempre ofreciendo voluntariados de trabajo, a cambio de estadía. Cada viaje y cada lugar hizo poco a poco a la Celeste que vemos hoy. De hecho, cuando le preguntan ¿De dónde sos? Siente que es de todos lados, ella manifiesta la perspectiva de los trotamundos, “es inevitable no re-conocerte cuando viajas, y lo digo así porque es mirarte y volver a mirarte constantemente”. Sucede que realmente vivió cosas inexplicables al viajar, desde servirle el desayuno a Hugo Fattoruso (famoso compositor y pianista) en Uruguay, o estar en un congreso de historia en la ciudad de Veracruz (México), consultar por las salidas tradicionales y terminar la noche bailando en un bar de narcos, de donde tuvieron que salir a las corridas.
Las becas fueron un recurso para viajar, no siempre tenía plata, pero sí tenía un capital. Todo lo que Celeste había estudiado, lo transformaba en oportunidades para conocer otros lugares. “Los viajes me hicieron descubrir que soy en movimiento, pisar los lugares que estudié en libros durante tanto tiempo es realmente gratificante”.
Su actualidad
Lo que hoy la moviliza es divulgar y buscar maneras de acompañar el mundo de las infancias desde las ciencias sociales. De hecho, se especializó en el uso que se hace de la historia en la formación para niños, las efemérides, etc. Celeste sigue buscando respuestas y explicaciones para sí misma, “Quizás haya una niña interna, una pequeña Cele, que me moviliza a explicar cómo los más chicos ven el mundo, para poder acompañarlos desde la adultez”. Al repasar sus vivencias, también encuentra sus objetivos a futuro, “el compromiso que me queda por delante es buscar la manera de resguardar la fantasía necesaria en la infancia, sin hacer un mal uso de la historia”. Se complace y finaliza, “Quizás no pude ser guía turística, pero viajar me ayudó a descubrir que me gusta ser del mundo, que así me siento parte”.
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