(Pablo Tomás Almena) En Venado Tuerto el abordaje de las problemáticas vinculadas al consumo problemático de drogas parece ser un tema insoslayable. Ligado a la problemática de la inseguridad, suele ser uno de los tópicos que no pueden faltar en la agenda de vecinos, periodistas, funcionarios públicos y de aquellos que pretenden llegar a serlo. Pero rara vez se aborda el tema con la comlejidad y profundidad que requiere para ayudar realmente a los que atraviesan por esas situaciones extremas de sufrimiento propio y familiar, y hasta vulneración de la propia voluntad. Por ello, algunas veces, se habla de «internación» como posible solución. Aún vulnerando la ley de salud mental vigente que impone otro tipo de abordajes. Pese a ello, los que consideran el encierro como solución a cualquiera de los problemas que transita la sociedad (inseguridad, locura, adicciones, etc) posan sus promesas de soluciones livianamente en ese recurso tan peligroso, como superficial y negador del problema real. El portal de noticias rosarino rosarioplus publicó una entrevista realizada a un periodista que escribió un libro sobre la comunidad terapéutica profesional San Camilo, que ofrece a sus pacientes un tratamiento residencial para la rehabilitación de personas afectadas por el abuso en el consumo de drogas. Dentro de «su servicio premium», se incluye el encierro, la sobremedicación y el castigo ante una conducta «incorrecta», según se denuncia en el libro La Comunidad, que se presentará este viernes en Rosario.
En el lugar, ubicado en la localidad bonaerense de Derqui, no sólo se internan jóvenes de familias de esa provincia sino también a menores que la Dirección de Niñez santafesina deriva a la institución.
“Apenas entrás a San Camilo te encierran en una celda y te sobremedican hasta que se te queda trabada la mandíbula. Te quedás ahí horas, días o semanas. Si te portás mal te castigan poniéndote a limpiar toda la institución o haciendo de guardia de otra persona que esté encerrada”, aseguró Pablo Galfre, autor del libro La Comunidad, en diálogo con elmportal de noticias Rosarioplus.com.
El periodista, que entrevistó durante un año y medio a familiares y ex pacientes de la institución, señaló que la estancia de cuatro hectáreas donde se internan las personas cuenta con un «campo A», donde «está la gente que se porta bien» y un «campo B», el cual está cercado con alambre electrificado y un muro perimetral, donde están «los pacientes castigados y los que tienen problemas psiquiátricos».
“Los chicos siempre me decían que estaba lleno de rosarinos”, indicó Galfre y señaló que diversas personas de la Secretaría de Niñez santafesina le confirmaron la presencia de menores en la entidad del partido de Pilar.
El costo de la internación en la Fundación San Camilo es de 16 mil pesos mensuales para los particulares. Los importes que abonan las obras sociales y el Estado provincial no fueron difundidos.
“La Provincia se saca a los pibes de encima, como hacen los padres”, dijo el periodista y agregó: “Chicos que no cometieron ningún delito son penalizados con la internación en la granja, que es una cárcel”.
En cuanto a la duración de los «tratamientos» que realiza la comunidad terapéutica, Galfre afirmó que “mientras la familia o la obra social pague, los pacientes pueden estar más de un año”.
“Los padres se asustan ante la droga y no comprenden. Buscan este tipo de soluciones mesiánicas”, advirtió el periodista y agregó: “No hay nada de positivo cuando la persona sale tan robotizada de un lugar”.
La defensoría santafesina confirmó las internaciones
«Hay una pequeña población de adolescentes, de los cuales tenemos registro, que han pasado por todas las instituciones del sistema y que se encuentran en clínicas de salud mental que no se encuentran en la juridisdiccion de la provincia», afirmó la Defensora de Niñas, Niños y Adolescentes de Santa Fe, Analía Colombo, en diálogo con Verónica Luchessi en Sí 98.9.
«Nosotros (la Defensoría) no estamos a favor de que un niño sea sacado de la provincia y alejado de su vinculo con algo de la ciudad. Y mucho menos que sea llevado a un lugar que tenga lógica manicomial, que están prohibida por la ley de salud mental», agregó.
El artículo 27 de la ley nacional 26.657 establece que queda prohibida la creación de nuevos manicomios, neuropsiquiátricos o instituciones de internación monovalentes, públicos o privados. «En el caso de los ya existentes se deben adaptar a los objetivos y principios expuestos, hasta su sustitución definitiva por los dispositivos alternativos», agrega la norma.
Según los datos relevados por la Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes de Santa Fe, en la Fundación San Camilo se encuentran alojados entre 4 y 5 menores de la región. Por su parte, el periodista Pablo Galfre estimó que el número podría superar los 15 jóvenes.
«En Santa Fe hay 41 centros residenciales, 13 propios y el resto conveniados, donde ahí se alojan a los niños, niñas y adolescentes separados de su centro de vida», comentó la Defensora.
Los jóvenes que llegan a las instituciones similares a la denunciada en el libro La Comunidad son derivados por la Subsecretaría de Derechos de Niñez, Adolescencia y Familia después de que un equipo técnico evalúa el caso y un juez realiza el control de legalidad del traslado.
«Sabemos que son adolescentes que han pasado por todas las instituciones, pero tenemos que pensar otro dispositivo que los pueda alojar», comentó Colombo, al hacer referencia a los menores que están internados en comunidades terapéuticas. «Son jóvenes con mucha complejidad, difíciles de abordar, pero la solución no es enviarlos fuera de la provincia», concluyó.
La Defensora anticipó que en los próximos meses se enviará un equipo de la entidad para monitorear el accionar de San Camilo, pero anticipó que el lugar tiene una «lógica de un monovalente».
No todos los pacientes salen de San Camilo
Hace unos días, un psicólogo y un psiquiatra fueron imputados por la muerte de un joven de 23 años ocurrida en el 2013, dentro de la comunidad terapéutica de Derqui.
Según informaron fuentes judiciales, el psicólogo Alejandro J., ex director terapéutico de la Fundación San Camilo; y el psiquiatra, Sergio R., quien era director médico de la misma institución; fueron imputados por el fiscal Jorge Nocheti, a cargo de la UFI N° 4 de Pilar, por el homicidio culposo de Saulo Josías Rojas, un joven mendocino de 23 años, que murió el 14 de junio de 2013, dentro de una «celda de contención» de dicha clínica de rehabilitación en adicciones.
Esta semana el abogado Yamil Castro Bianchi, que representa a la madre de Rojas, le solicitó al fiscal a cargo de la causa que le pida al juzgado de Garantías N° 6 la detención de Martín I. y Victoria B., que son los directores y dueños de la institución.
Rojas se habría suicidado en una «habitación de unos 16 metros cuadrados, observándose en el interior de la misma un solo colchón, el cual se encuentra sobre el piso».
«La misma posee una puerta acceso de chapa y una ventana de aluminio con rejas de metal, sin hojas ni vidrio, encontrándose en etapa de construcción con piso de cemento alisado, paredes a medio revocar», agrega el expediente.
Además de Saulo, otro paciente de la Fundación San Camilo falleció en polémicas condiciones: Felipe Mariñasky, un hombre de 44 años que padecía HIV, leucemia y retraso madurativo, murió en un hospital de Ciudad Evita, según afirmó el diario Pilar de Todos, en junio de 2013, “víctima de los malos tratos y el abandono que sufrió durante años”.
Por otro lado, Matías Lamorte, un marplatense de 30 años, murió el 31 de mayo de 2015, víctima de un edema pulmonar, en la Fundación San Antonio, de iguales características a San Camilo.
Presentación en Rosario
Este viernes 16 de junio, a las 19, Pablo Galfré presentará su libro La Comunidad en el Centro Cultural La Toma (Tucumán 1349).
