(PR/Pablo Salinas) Este viernes la ciudad de Venado Tuerto, “La Esmeralda del Sur”, celebrará su 140 aniversario. El fundador de la ciudad, Eduardo Casey y O’Neill, era descendiente directo de irlandeses, nacido en la localidad de Lobos provincia de Buenos Aires, educado en el colegio de San José, por los padres bayoneses, se había destacado desde joven por su especial inteligencia, además de su debilidad por los caballos siendo un consumado jinete.
Casey, hábil hombre de negocios, tenía conocimientos profundos de la reciente y numerosa inmigración irlandesa que se había radicado en la campaña bonaerense. Se trataba de ovejeros irlandeses que tenían sus buenos ahorros, y decidió con su ayuda formar la primera y única Colonia Ovejera Irlandesa en el país, y por ello sus remates de campo fueron dirigidos especialmente a esta inmigración.
Las subastas fueron un verdadero éxito, y a partir de 1882 comienzan a llegar los primeros colonos, que reportaban directamente al encargado de Casey en el lugar que era el escocés don Santiago Turner.
Fecha de la fundación
La primera fecha fundacional fue el 2 de junio, en relación con el día en que Don Alejandro Fernando Estrugamou (1855-1937) llegó a Venado Tuerto con su nombramiento de juez de Paz de la localidad, en 1883.
Sin embargo, una investigación posterior realizada por el historiador, escritor y periodista Leoncio de la Barrera apunta al 26 de abril como fecha de la fundación de Venado Tuerto, en coincidencia con el momento en que fueron aprobados los planos del poblado elaborados por el agrimensor Ralph Warnes en 1884.
El historiador y escritor Roberto Landaburu explicó que “para definir la fecha real de la fundación se creó una comisión presidida por Eduardo Huhn. Esta comisión llegó a la conclusión que cuando se designa el distrito Venado Tuerto y se nombra como primer juez de Paz a Don Alejandro Estrugamou, de quien Huhn era amigo en ese entonces, era la fecha de la fundación”.
El investigador Mauro Bertozzi, autor del libro “Linaje francés en la pampa”, considera que Estrugamou “viene a desarrollar desde cero la colonia y enseguida es designado juez de Paz. Casey fue el visionario que puso sus ojos en este lugar, pero el que gestionó, el que supo conducir ese proyecto hacia el éxito final, sin dudas fue Alejandro Estrugamou, quien ejecutó el primer plan urbano trazado por el agrimensor británico Ralph Warnes”.
La segunda fecha
La polémica resurgió cuando Don Leoncio de la Barrera, creador y director del Diario El Alba (6 de octubre de 1918), desde la tribuna que le brindaba su medio de comunicación, comenzó a impulsar la idea del 26 de abril como verdadera fecha de la fundación del pueblo.
Para justificar esta fecha, De la Barrera afirmaba que ese era el día en que se oficializó la aprobación de los planos elaborados por el ingeniero Warnes en 1884 a pedido de Eduardo Casey, aunque el pueblo ya estaba desarrollado en gran parte en base a esos mismos lineamientos, aún sin contar con la venia oficial.
El nombre de la ciudad
Cuando Eduardo Casey, a sugerencia de su paisano Santiago De Rinzy Brett, decide adquirir a la provincia de Santa Fe la primera extensión de campo, mientras recorría la inmensa fracción, al llegar a una laguna conocida como del Tuerto Venado o Venado Tuerto, el baqueano viejo fortinero del lugar, le relata la anécdota del venadito tuerto, que criado en el fortín desde chico, pastaba en los alrededores y cuando sentía o presentía el malón que del sur y oeste venía, corría presuroso al fuerte, dando así aviso a la ‘milicada’ del peligro que se avecinaba.
Esta anécdota contada en rueda de fogón por el criollo, impresionó vivamente a Casey y allí mismo dijo, que si fundaba un pueblo en esas posesiones le pondría el nombre de Venado Tuerto. Y como hombre de palabra que era cumplió.
El lugar era conocido como los Pagos del Hinojo, porque a unos pocos kilómetros de su actual plaza principal se había levantado en octubre de 1864, a orillas de una laguna de ese nombre el fortín El Hinojo o Inojal.
Los próceres venadenses
Muy sabrosas son las anécdotas y descripciones que Landaburu hace de Don Eduardo Casey y Don Alejandro Fernando Estrugamou, en cierto punto “cofundadores” del poblado.
“Casey era irlandés, burrero y timbero, y Estrugamou era un vasco amarrocador”, precisa el historiador y recuerda: “Estrugamou vino con una mano atrás y otra adelante, aunque procedía de una familia con buen pasar económico, y se fue quedando con tierras. Él invertía en tierras, mientras que los irlandeses vendían sus propiedades”.
A modo de ejemplo el escritor precisó: “Se dice que en diez años ya tenía propiedades desde acá hasta la provincia de Buenos Aires y que hacía todo ese recorrido por adentro de sus campos”, y remarca: “Era un hombre muy poderoso, fue uno de los hombres más ricos de Argentina. Además, contaba con una preparación muy importante, hablaba varios idiomas, y su padre tenía muchos bienes en la provincia de Buenos Aires en la zona de Navarro”.
En cuanto al fundador oficial de la ciudad, describió: “Casey de chico andaba mucho a caballo y cuando se hizo muy poderoso vestía de galera y levita, pero en cuanto veía una carrera cuadrera paraba, miraba y apostaba al caballo que más le gustaba, pero con la condición de que él lo corría. Entonces cualquiera se le animaba, pero cuando se sacaba la galera, la levita y todo lo demás, era un jinete consumado. Lo que se dice, es que ganara o perdiera, él pagaba, porque era muy dadivoso”.
