(Pueblo Regional) Uno de los históricos comedores de la ciudad de Venado Tuerto es el de la Parroquia San Cayetano, con 35 años de trabajo ininterrumpido.
Este 7 de agosto, en el marco del día del patrono del Pan y el Trabajo, Pueblo Regional consultó a dos integrantes de la comisión que dirige el comedor.
“Hace 35 años que funciona el comedor y hace 12 años cambió la metodología, porque ahora se llevan la vianda para compartir en familia. Esa fue una decisión del padre Julio, para que los chicos en lugar de comer en el salón de la parroquia, compartieran el almuerzo en familia, en sus casas”, describió Laura Grosso.
Romina Di Benedetto y Grosso, son la presidente y vicepresidente de la Asociación Civil de la Parroquia San Cayetano, y las coordinadoras del equipo que se encarga de proveer los insumos que luego se cocinan en el salón parroquial.
“Nosotros tenemos un gabinete nutricional que nos va preparando el menú con un mes de anticipación, entonces vamos anticipándonos a las necesidades. Ya tenemos cuatro menú que incluyen carne, ya sea pollo o vaca, y se mejoró muchísimo la calidad de los alimentos”, detalló Grosso.
Por su parte, Di Benedetto precisó que diariamente se entregan 42 viandas cuyo valor nutricional fue medido por un equipo interdisciplinario integrado por médicas, nutricionistas, técnicos en bromatología, que se encargaron de realizar los controles en los niños para saber qué valor nutricional necesitan.
Sobre el origen de los insumos, Grosso informó que “tenemos donaciones de algunas empresas, un supermercado de la ciudad también colabora con el comedor (Mami) y todos los meses estamos lanzando distintas necesidades puntuales que vamos teniendo para cubrir los menú que nos preparan las nutricionistas”.
En cuanto a sí han notado un incremento en la cantidad de chicos asistidos, Di Benedetto explicó que “nosotros tenemos un número fijo a lo largo de los años, porque esa es la capacidad que tenemos para darles esta calidad de alimentos a los niños. No es que aumentamos la cantidad de niños y bajamos la calidad nutricional. Nosotros siempre tuvimos la misma cantidad de viandas”.
Grosso apuntó, en este tema, que “hace 15 años teníamos cien chicos que iban a comer al comedor, ahora son 42 que se llevan la vianda, que es generosa, y con el valor nutricional adecuado para ese día. Desde hace dos o tres años va oscilando la cantidad de viandas entre 40 y 50”.
Para acceder a estos alimentos a cada familia que va a ingresar al programa se le hace una entrevista con un trabajador social: “La idea es que esto sea algo pasajero y no que sea permanente el estar en el comedor, que sea una muleta y no la pierna ortopédica de la familia. Que no sea para siempre”, graficó Rosso.
Además de la alimentación, desde la Parroquia San Cayetano se busca enseñar a los padres algún oficio para que puedan desenvolverse y buscar su propio sustento.