(PR/NormaMigueles) El sábado pasado se llevó a cabo la ceremonia de la Pacha Mama en el sitio Manos a la Tierra, enclavado en pleno centro de la ciudad de Venado Tuerto, donde el grupo ambientalista Manos a la Tierra promociona el cultivo de verduras, hortalizas, frutos, de manera orgánica, cuidado del medio ambiente y reciclado.
La actividad fue acompañada por una jornada con buen clima, soleada, lo que favoreció la presencia de más de un centenar de personas que se sumaron con energía positiva, que le dio al encuentro un agradable tono amistoso que fue disfrutado por los presentes.
El encuentro se vio enriquecido por la presencia de una familia jujeña, que hizo su aporte, dando realce a la sencilla ceremonia, que hace cuatro años se realiza en el sitio, con el objetivo de recuperar este legado ancestral, en este caso, de los pueblos del noroeste argentino y del altiplano, quienes ante la inminente llegada del sembrado de primavera agradecen a la tierra, al planeta, “devolviendo” los alimentos cosechados durante el año.
Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo de Laura Gabussi, presidenta de la vecinal del Centro II y Carlos Irusta, presidente de la ONG Manos a la tierra.
Azúcar y bebidas para la alegría, granos para que las cosechas prosperen, frutas y flores para el amor, la ofrenda incluyó muchos productos y semillas, que son propios de esta región, para cerrar con un alegre aporte de papel picado, porque de una fiesta se trataba. Todo acompañado por el dulce acompañamiento del violín de Abel Benzi.
Posteriormente los visitantes se trasladaron al frente del predio donde el charanguista Alejandro Varela demostró una vez más, el talento lo llevó al escenario Mayor del Folclore en Cosquín. El músico cañaseño, radicado ya hace varios años en Venado Tuerto, tuvo un papel preponderante en el festejo, poniendo con su música su amor por las tradiciones norteñas, evidenciando un interesante costado de animación que le valió la ovación de los presentes y que muchos de ellos se animaran a mostrar sus dotes de bailarines.
El cierre lo trajo el atardecer a puro baile con el Ballet Folclórico Municipal, que dirige Lucas Cerdá con Noelia Ponso.
