Finalmente los 12 transportistas enrolados en Transportadores Rurales Argentinos (TRA) delegación Venado Tuerto fueron puestos en libertad tras haber sido detenidos como autores de incidentes graves frente a la planta molinera ubicada en Sarmiento y Falucho, Molino Venado, propiedad del grupo empresarial rosarino perteneciente a la familia Serrani. Deberán cumplir una serie de exigencias dictaminadas por la Justicia como no acercarse a 500 metros de la planta no entrar en contacto con empleados o directivos del molino.
El conflicto se originó hace dos semanas por el reclamo de los transportistas venadenses que le pedían a la empresa ser partícipes de los fletes que en su mayoría hacían con camiones no enrolados en TRA. Esto derivó en violentos incidentes entre los cuales se contabilizan la rotura de parabrisas de camiones de afuera de Venado Tuerto, peleas con la policía y con los empleados del molino, colocación de clavos miguelitos en las adyacencias del molino y la detonación de bombas de estruendo frente a la planta entre otros incidentes.
Por estos motivos fue que el fiscal Iván Raposo ordenó detener a 12 transportistas que estaban acampando frente a Molino Venado. Y ayer ser se realizaron las audiencias imputativa y cautelar a los transportistas. Todos recuperaron la libertad pero deberán cumplir una serie de exigencias impuestas por la Justicia para no caer presos nuevamente y agravar su situación judicial.
Los transportistas exigían un cupo de carga. Desde la empresa sostienen que ellos no poseen camiones propios y que los clientes de distintas partes del país suelen tener su propio transporte o contratan en sus lugares de origen. «Nosotros no podemos exigirles que contraten a los transportistas de Venado Tuerto. Es como si nosotros hacemos un piquete frente a una panadería porque no nos compran la harina!, aseguran desde la empresa molinera.
Exigencias
El propio vicepresidente de Molino Venado, Leonardo Serrani, contó a este diario las exigencias de la Justicia para los camioneros. «Se fijo un perímetro de acercamiento de 500 metros del molino, plantas y playa de camiones para los imputados , ya sea por ellos o por interpósita persona». La playa de estacionamiento de camiones, escenario de incidentes también, está ubicada a unas diez cuadras de la planta, en 2 de Abril y Los Andes.
Además, aseguró Serrani, «los involucrados y enviados por los mismos, no podrán comunicarse o amedrentar a través de ningún medio de comunicación (sea verbal, escrito, telefónico, redes sociales, etc.) principalmente con los empleados y sus familias, ni con los directores/dueños del Molino y sus familias».
También explicó el empresario que «por riesgo a fuga, tendrán que concurrir cada 7 días a la fiscalía a confirmar presencia y Ante cualquier violación de estos puntos, hay que llamar al 911 y después comunicarnos para dar intervención a la policía o ante quien corresponda».
Fuente: La Capital