El comienzo del lock out de las entidades agropecuarias promete no hacer subir los precios ni provocar desabastecimientos, de acuerdo a lo que aseguraron los dirigentes de la Mesa de Enlace. La enorme polémica que se generó a partir de la decisión de las entidades agropecuarias de declarar el cese de comercialización hasta el jueves también dejó en exhibición las profundas diferencias que existen al interior del bloque agropecuario.
El alcance de la medida adoptada por el gobierno nacional y que implica el incremento de tres puntos porcentuales para aquellos productores que comercialicen más de 10 mil quintales de soja, tiene un impacto desigual en la zona de Venado Tuerto, uno de los focos principales de la actividad sojera. Los rindes promedios en la zona están entre 30 quintales y 60 quintales por hectárea. Es decir, el promedio está en alrededor de 45 quintales.
Los productores que se verían incluidos en la medida serían aquellos que trabajan una cantidad superior a las 220 hectáreas. Si la hectárea se cotiza próxima a los 10 mil dólares en la región, quiere decir que los afectados son personas con un capital superior a los 132 millones de pesos.