En Venado Tuerto la situación económica se vio seriamente agravada en los últimos seis meses. El impacto de la brutal devaluación de la moneda, la sistemática caída de la capacidad adquisitiva de los salarios y la recesión extendida generaron un contexto en donde se multiplican las familias que no tienen ni siquiera para darle un plato de comida a sus hijos. Desde la Municipalidad afirman que la demanda de alimentos crece a ritmos sostenidos.
PUEBLO Regional develó que entre 2014 y 2017 en la Region VII, que incluye al Nodo 5 Venado Tuerto, hubo un incremento del 90% en las raciones de alimentos entregados en las escuelas. Actualmente, más de 131.481 platos son servidos en las instituciones educativas. Además, hubo un notable crecimiento en la cantidad de comedores y merenderos. A los que funcionaban en los establecimientos educativos se sumaron otros que abrieron sus puertas en instituciones intermedias o en casas particulares a partir de la iniciativa de vecinos que decidieron brindar su ayuda.
Las proyecciones para la inflación de septiembre se estiman en un 7%, la cifra más alta desde la salida de la Convertibilidad, un panorama que agudiza los aspectos más terribles de la crisis. La urgencia se patentiza cuando ya no son solo los chicos los que asisten a recibir su ración de comida o su copa de leche, sino que vienen acompañados por sus padres. En el último tiempo, en Venado la cantidad de comedores contando los que funcionan en las escuelas, vecinales, instituciones y casas particulares se elevó y llegaron a 50 espacios destinados a cubrir las necesidades más inmediatas de los vecinos. 
Los comedores que están activos actualmente en la ciudad son: Altar de Adoración; INSA (jubilados); Creciendo con Jesús; Eben Ezer; Esperanza; Horita Feliz; Jesús de Nazareth; Jesús Misericordioso; Los ángeles; Pancita llena, corazón contento; Mana “Pan del cielo”; San Cayetano; Mana; Aulas educativas “Tony”; Zaetas de salvación. A su vez, la lista de merenderos abiertos incluye: Los niños de Mirian; El ángel azul; Heredero; Los peke; Manos solidarias; María del Rosario de San Nicolás; Di Martino y Alem; Felíz si das; Día nuevo; Jesús El salvador; Mimarte; Pulguitas; Sonrisas del Ciudad Nueva.
“Tratamos de ayudarnos entre vecinos, hablamos y hay necesidades como en todos lados. No todos los días la gente tiene para darle de comer a los hijos. Nosotros tampoco tenemos todos los días, pero queremos compartir aunque sea los fines de semana, para que puedan aprender cosas nuevas, pintura, manualidades, que tengan más herramientas para esta realidad que vivimos”, dice Pato Bustos, un joven que vive en el barrio Esfuerzo Propio y junto a Daiana, su mujer, llevan adelante desde hace un año el merendero “Pancita llena, corazón contento”.
Por su parte, Viviana Casadei, la directora de la escuela N° 1262 del barrio Ciudad Nueva, explicó que necesitan la construcción de un aula más ya que de los 290 chicos que asisten a la escuela, son 200 los que se quedan a comer. Esta situación se repite en otras tantas escuelas de la ciudad. De acuerdo a información de la Región VII, hay comedores y copa de leche en las escuelas: 1325 (Falucho y Turner); 1198 (Barrio Gutiérrez); 789 (Barrio Santa Rosa); 1201 (Barrio Malvinas Argentinas); 1295 (Barrio San Vicente); 968 (Barrio Centro II); 1191 (Barrio Juan XXIII); 6404 (barrio Tiro Federal).
En cuanto a las escuelas que brindan copa de leche, se cuentan: 1364 (Barrio Rivadavia); 582 (Barrio Centro 2); 6391 (Barrio Villa Casey); 583 (San Marcos de Venado Tuerto); 540 (Barrio Centro 1); 498 (Barrio San Martín); 1189 (Barrio Pcias Unidas); EESO 238 y 1238; y los jardines 138, 8, 206 y 110.
En la ciudad, para el 2014, las escuelas primarias entregaban 188.050 copas de leches. En el 2017 el número alcanzaba las 323.540, un 72% más. En lo que va del 2018 ya se dieron más de 123.332 copas de leche. En el nivel inicial, el aumento fue de 47.527 en 2014 a 90.421 en el 2017, es decir, un incremento del 90%.
