Los vecinos de Villa Cañás por estos días se encuentran visiblemente molestos por el conflicto suscitado entre los empleados municipales y el Municipio por la falta de acuerdo entre ambas partes con respecto a las horas extras.
En estos momentos, los municipales no se encuentran realizando horas extras, y están a la espera de una nueva propuesta de parte del intendente Norberto Gizzi. Mientras tanto, los servicios se ven seriamente resentidos, tal es así que a través de las redes sociales son innumerables los reclamos realizados en pedido de respuestas por la falta de mantenimiento en esa ciudad.
Entre algunos de ellos, puede destacarse el reclamo de Mirta, de barrio Sur: “es impresionante la tierra que vuela; ¿que pasa con los regadores? Nosotros pagamos los impuestos y no podemos estar afuera de nuestras casas”, o el de los vecinos de barrio Vila “a ver si el señor intendente hace algo; vivimos en calle de tierra y es casi imposible respirar, necesitamos que pasen los regadores, porque a pesar de la pandemia nosotros tenemos nuestros impuestos al día, y aca el regador pasa solo a la mañana. Queremos saber que es lo que está pasando”, comentan.
Otra de las quejas que suenan en Villa Cañás es de la gente que sale a caminar: “se hizo una senda peatonal para poder salir a caminar al aire libre. Encima que estamos en pandemia y tenemos que caminar con barbijo, con la tierra que vuela es imposible respirar. Ahora que hace frío salimos a ejercitar a la tarde, porque a la mañana las temperaturas son muy bajas. Hasta hace 20 días atrás los regadores pasaban, pero ahora no andan más, no sabemos que está pasando”.
Las zonas rurales tampoco están exentas a esta realidad que vive el ciudadano de Villa Cañás: “Para el lado del campo “Keny”, por la Cañada de Los Chanchos la motoniveladora no arregla el camino y no se puede andar. Estamos destrozando todos los vehículos, es impresionante el estado de toda esa tarde, y las tazas están todas al día. También el camino que va a “Los Zumbadores”, ese camino no lo tocan nunca, a pesar de los tremendos pedazos de piedra que hay sobre el camino, con los que rompemos las cubiertas de nuestros vehículos. Es un desastre ese camino; inauguraron el puente, vino el senador y de ahí en más no hicieron nada, el camino no lo tocan y los impuestos los siguen cobrando”.
No solo la periferia denota el abandono por el resentimiento de lso servicios, también la zona céntrica, ya que “los desperdicios mayores no los juntan. Quedan ramas, basura, cartones; trabajan seis horas y no trabajan más, queremos respuestas”, se quejan los vecinos.