«No dejaremos que Rosario sea tierra de narcoterroristas». La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, anunció este lunes en la ciudad que el gobierno nacional enviará al Congreso «una nueva ley antibandas para perseguir penalmente de nueva manera al crimen organizado». La funcionaria puso como ejemplos el código penal antimafia de Italia, que permitió desarticular grupos de crimen organizado. También aludió al trabajo realizado por Estados Unidos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 y, más recientemente, la estrategia del gobierno de Nayib Bukele en El Salvador.
El anuncio llega luego de cuatro violentas muertes en menos de una semana en Rosario: tres choferes y un playero de una estación de servicio, ejecutados a balazos por bandas criminales en una saga de «asesinatos al azar» que derivó en paro temporal de taxis y paro aún vigente de colectivos. Bullrich ofreció este lunes una conferencia de prensa junto al ministro nacional de Defensa Luis Petri, el gobernador de Santa Fe Maximiliano Pullaro y el intendente de Rosario Pablo Javkin.
«Sabemos el sufrimiento que ha tenido y tiene Rosario, tenemos que volver a la normalidad, para esto estamos trabajando en un nuevo diseño más fuerte y más a fondo que llevará al acorrrolamiento de todos y cada uno de los miembros de estas bandas», sostuvo. «Queremos que cada integrante de una organización tenga la misma calificación por ser parte de la banda», precisó. Y remarcó la existencia de «figuras especiales, como el arrepentido».
Bullrich pidió a los legisladores nacionales que acompañen esta iniciativa. «Esperamos el apoyo de diputados y senadores nacionales a estas leyes que van a ser el cambio real que nos va a permitir tomar al conjunto de bandas y no uno por uno. Tenemos que terminar con el hormiguero, no agarrar hormiga por hormiga, porque así no ganamos nunca», planteó.
«Le vamos a pedir a la Justicia medidas excepcionales, a la altura del desafio que tenemos para trabajar contra los narcocriminales terroristas», aseguró, además. En concreto, Bullrich anticipó que se le pedirá a la justicia la utilización de la ley antiterrorista del Código Penal. «Toda acción que tenga como objeto amedrentar a la población y sembrar terror tiene el doble de pena», resaltó.
Mientras se avance con esta estrategia, la ministra de Seguridad remarcó que se continuará con trabajos de saturación e investigación criminal. «Enviaremos efectivos de fuerzas federales -que llegarán esta noche- para lograr saturación en zonas donde estamos trabajando, sumaremos 2 a 4 zonas de alto riesgo en la ciudad». Precisó que se van a incrementar operaciones de saturación «en horarios críticos, de 17 a 7, para proteger también la noche».
El trabajo se realizará junto a «equipos especiales de investigación junto al MPA y la justicia federal para generar equipos especializados que armen en el menor plazo posible un mapa de la nueva estructura criminal, un árbol genealógico de las bandas que actúan hoy en Rosario para poder ir atrás de cada una de ellas», sostuvo. Estos equipos de inteligencia criminal e investigaciones apuntarán a «perseguir sicarios, extorsionadoses y lavadores de dinero».
«En lavado de dinero trabajaremos mucho, es el más oculto de los delitos. Muchas veces no está en barrios humildes sino en barrios de alta capacidad económica de la ciudad. Vamos contra los lavadores de dinero con las procuraciones especializadas de la provincia y de la Nación para cortarles el capital de trabajo a las organizaciones», amplió.
Bullrich recordó que se pusieron en marcha dos programas, uno de alto riesgo para internos de cárceles federales y lo mismo hizo la provincia de Santa Fe, «minimizando al máximo la posiblidad de que puedan organizar planes desde la cárcel». La funcionaria comentó que, tras estas medidas, «se recibieron habeas corpus sistemáticos, diariamente», proceso en el que «bandas y abogados trabajaron juntos».
La ministra resaltó que hubo «importante acompañamiento de la justicia, tanto en Santa Fe como a nivel nacional». Destacó que «ningún habeas corpus fue otorgado para romper el régimen de presos de alto riesgo: están aislados, tienen la mínima comunicación que la Constitución establece y no puden tener ningún tipo de visita que no sea la visita normal».
Párrafo aparte merece una anécdota. «Hemos tenido hasta el caso de Cantero, el jefe de los monos, que planteó que se autopercibía como de un doble género para poder tener visitas de mujeres y de hombres que estaban fuera de lista de familiares directos. No le fue otorgado», resumió.
«¿Qué generó esto? La contracción concreta de la capacidad operacional del negocio criminal, que es hoy polirrubro, que manejan bandas en Rosario», interpretó. «Los cordones en las zonas, operativos de saturación, generaron el achicamiento del negocio. Esto, acompañado de lo que fueron los distintos operativos realizados en las cárceles y constante trabajo en las cárceles tanto nacionales como federales», enumeró. Alertó que «el 90 por ciento de presos de alto riesgo de cárceles feederales son presos que vienen de bandas rosarinas».
«Esta situación nos trajo una retaliación, una forma de intentar sacarnos del camino de achicarles el negocio narcocriminal y comenzaron con acciones narcoterroristas atacando a ciudadanos que están cumpliendo su trabajo», analizó. Y advirtió: «Esta estrategia que hemos llevado adelante la vamos a continuar, sabemos el sufrimiento que ha tenido y tiene rosario, tenemos que volver a la normalidad y para esto estamos trabajando».
