(PR/Giuliana Ghignone) “Desde el área de salud psicológica, el mensaje es claro: el suicidio es prevenible. Se fomenta el acceso a la atención psicológica, la intervención temprana y el acompañamiento emocional, alentando a las personas a hablar sobre su salud mental. La clave es romper el silencio, crear un entorno seguro y comprensivo, y facilitar que quienes sufren se sientan escuchados y apoyados”, expresó la psicóloga Nandi Serato.
En el mes de la concientización sobre el suicidio, la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio y la Organización Mundial de la Salud buscan visibilizar el suicidio como una problemática de salud pública global, sensibilizando a la sociedad sobre la importancia de abordarlo sin estigmas.
La profesional detalló también que “en Argentina existen estadísticas oficiales sobre suicidio, publicadas por la Dirección de Estadísticas e Información en Salud (DEIS) en el anuario ´Estadísticas Vitales-Información Básica´. Según el Boletín Oficial de la República Argentina en 2021 se registraron 2.865 suicidios en el país, de los cuales el 80% correspondió a varones (2.280) y el 20% a mujeres (570). Los adolescentes y jóvenes adultos entre 15 y 24 años fueron los grupos etarios más afectados, lo que resalta la importancia de políticas públicas que promuevan el acceso a la salud mental a nivel nacional”.
Cabe mencionar que en Argentina, varias organizaciones ofrecen apoyo a familiares de personas que han fallecido por suicidio como Renacer, grupos autogestionados presentes en todo el país. También existen grupos en redes sociales y asociaciones de salud mental que proporcionan espacios de escucha y contención, destacándose la asociación sin fines de lucro sosunamigoanonimo.com.ar. Por su parte, el Ministerio de Salud y líneas de atención como el 0800 345 1435, que brindan asistencia en la prevención del suicidio y apoyo a familiares en duelo.
Serato resaltó también que el suicidio puede prevenirse y estar atentos a las señales de alerta es fundamental. Por lo que detalló algunas señales, entre ellas cambios en el estado de ánimo, como tristeza prolongada o desesperanza; aislamiento social; expresiones directas o indirectas sobre el deseo de morir; cambios en los hábitos alimentarios o de sueño; conductas de riesgo, como abuso de alcohol o drogas; despedidas o entrega de objetos personales. “Es vital escuchar sin juzgar y sugerir la búsqueda de ayuda profesional de inmediato. La intervención temprana y el acceso a recursos de apoyo son claves para prevenir el suicidio”, agregó.
“El suicidio no debe ser entendido únicamente como un acto vinculado a trastornos mentales graves. Es un fenómeno multicausal, influenciado por factores biológicos, psicológicos, socio-culturales y comunitarios. Por ello, el abordaje debe ser integral y comunitario, buscando proteger a las personas más vulnerables desde una perspectiva grupal y social”, explicó la psicóloga.
En Argentina, la Ley Nacional de Prevención del Suicidio, Ley N° 27.130, reglamentada en 2021 declara de interés nacional la atención biopsicosocial, la investigación, capacitación y asistencia a personas en riesgo de suicidio y sus familias. Esta ley establece la creación de protocolos de intervención, campañas de concientización y programas de asistencia interdisciplinaria, priorizando la atención a niños, niñas y adolescentes.
“El mensaje principal es: no estás solo/a. Busca a un amigo, familiar o profesional de la salud mental y compartí tus pensamientos. No mantengas en secreto tus preocupaciones. Hablar sobre lo que sentís es el primer paso hacia la ayuda y el alivio”, cerró.
