(PR/Norma Migueles) El miércoles pasado en los Tribunales de Venado Tuerto, se realizó una audiencia solicitada por la defensa de Carlos Lucero, planteando el cambio de calificación que, de aceptarse, podría modificar el monto de la pena. El 23 de octubre de 2023 el tribunal integrado por los jueces Mariana Vidal, Mauricio Clavero y Adrián Godoy condenó en primera instancia Lucero a la pena de prisión perpetua por el homicidio agravado por ensañamiento y alevosía de Juan Marcos Correa hecho ocurrido en la localidad de Amenábar en septiembre de 2020.
El defensor público Pablo Domínguez ante la Cámara Penal de Venado Tuerto, integrada por los jueces Daniel Curik, Juan Pablo Lavini Rosset y Alonso Bibiana, no cuestionó el homicidio, pero si solicitó retirar los agravantes “ensañamiento y alevosía”, que le valieron la prisión perpetua a Lucero, sosteniendo que es homicidio simple y que la causa vuelva a un tribunal de 1era Instancia para establecer una nueva pena acorde a la calificación.
La solicitud contó con la oposición de la fiscal Rafaela Florit que es quien llevó a delante el juicio y sostuvo que los agravantes fueron demostrados durante el juicio y así lo entendió el tribunal de Primera Instancia.
Por su parte el condenado que siguió la audiencia por zoom desde la cárcel, pidió expresarse ante los magistrados. En la oportunidad aseguró que él no mató a Correa, que jamás cometió hechos violentos y que tampoco era seguidor de San La Muerte, sino que era seguidor de Cristo.
Dentro de los plazos de ley la Cámara Penal deberá determinar si hace lugar al reclamo, o ratifica la resolución del tribunal original.
El homicidio
A fines de septiembre la familia dejó de ver a la víctima y el 4 de octubre denunciaron su desaparición. Para esa fecha ya había sido asesinado de manera salvaje. La investigación llevó a determinar que el homicida actuó con la intención de hacer un sacrificio humano como ofrenda al santo pagano San La Muerte.
“El atacante sabía que Correa era adicto a estupefacientes y vivía en condiciones de vulnerabilidad, lo cual aprovechó para conducirlo mediante engaños a un monte conocido como ´El nuevo basural’ de la localidad de Amenábar”, detallaron los fiscales en la acusación. “A partir de un plan previo, el acusado llevó cigarrillos de marihuana, un cuchillo y un recipiente”, agregaron, lugar donde le dio un golpe de puño a Correa, lo hizo caer al suelo y le advirtió que iba a ofrendarlo en el marco de su culto”.
Florit y Menéndez destacaron que “inmediatamente después, el acusado utilizó el arma blanca para hacerle cortes a la víctima en distintas partes del cuerpo y mientras agonizaba, le extrajo el corazón y provocó así su fallecimiento en el acto”. Según añadieron, “luego decapitó el cuerpo sin vida y enterró las partes a pocos metros del lugar del homicidio”.
Los hechos habrían sido relatados por el agresor a un compañero de celda, cuando días después cayó preso por otro delito. Tras recibir información sobre la mecánica del ilícito, las fuerzas de seguridad fueron hasta El Nuevo Basural, donde las partes del cadáver fueron halladas en bolsas de nylon enterradas en cercanías de un altar armado para venerar al santo pagano del que es devoto el acusado.
