Se trata de Paulo Daniel Ramírez, de 39 años. La sentencia por abuso sexual doblemente agravado fue dispuesta por unanimidad en el marco de un juicio oral que finalizó esta mañana en los tribunales de Melincué. La fiscal que representó al MPA en el debate fue Vanina Servidio Pozzi. Los hechos ilícitos fueron cometidos durante tres años en una casa en la que el agresor convivía con la víctima menor y otros integrantes del grupo familiar.
La sentencia fue dispuesta por unanimidad por el tribunal integrado por los jueces Mauricio Clavero, Adrián Godoy y por la jueza Mariana Vidal, en un juicio oral que finalizó esta mañana en los tribunales de Melincué.
La fiscal que estuvo a cargo de la investigación y representó al MPA en el debate fue Vanina Servidio Pozzi. Tras conocer el veredicto, indicó que «si bien el tribunal optó por una calificación diferente a la que propusimos desde la Fiscalía, valoramos que se haya impuesto una condena, que haya sido de forma unánime y por un monto de pena elevado”.
Convivencia
La representante del MPA señaló que «la víctima fue abusada por Ramírez durante aproximadamente tres años, época en la que ella iba a la escuela primaria». «El condenado agredió sexualmente a la hija de su pareja por las noches, en ocasiones en las que la madre de la víctima trabajaba en Firmat», afirmó.
La fiscal explicó que “Ramírez aprovechaba la situación de indefensión de la niña, que no tenía a quién solicitar ayuda y además la amenazaba con matar a su madre si contaba lo sucedido. A raíz de que la víctima se mudó con su abuela materna, pudo revelar los abusos sufridos durante esos años; la mujer realizó la denuncia y a la vez tramitó la tutela de su nieta».