(PR/Norma Migueles) No es una despedida, seguramente será una oportunidad de iniciar un nuevo camino, tan enriquecedor como el que transitó todos estos años. Patricia Lúgaro deja la presidencia de Puentes del Alma, y sin dudas, deja una vara muy alta que deberá sostener quien la reemplace.
Hace más de dos décadas tomó la posta que dejó Rita Pardo, docente de escuela rural (cuántas instituciones crearon y sostienen mujeres venadenses), en la búsqueda de llevar la esperanza o la opción de una vida mejor a las escuelitas de frontera y sus comunidades. Esas que casi ni figuran en el mapa, que nacen, crecen y mueren entre montañas, separadas de la asistencia estatal por abismos y quebradas.
Luego surgió el proyecto Miraflores en Chaco, y allí la mano solidaria de Puentes transformó un alero de paja sostenido por palos retorcidos en un hermoso edificio escolar, al que asisten niños y adultos, entendiendo finalmente que la educación es la llave para su futuro.
Con empatía y responsabilidad social, el equipo de Puentes del Alma, liderado por 20 años Patricia, logró en tan corto plazo el cambio necesario, y las comunidades tienen ahora las herramientas para optar por cambiar el futuro a las nuevas generaciones
Tras retornar del reciente viaje a Chaco, anunció que deja la presidencia que deberá ser renovada en la próxima asamblea. Como en cada viaje recibió una bella sorpresa, ”yo llevaba una torta para festejar el cumpleaños de un integrante de la comunidad y me encontré con una fiesta que era para mí. En cada viaje surgen un sinnúmero de alegrías y emociones y esta fue maravillosa”, aseguró.
“Este no ha sido un viaje más para mí, viví emociones que no olvidaré jamás, que perdurarán por siempre en mi corazón y alma, es mi despedida, ya lo hice ante las comunidades con llanto y risa, me sentí muy honrada por tantos años de estar al frente de mi querido Puentes del Alma y siempre me sentí muy acompañada ante las propuestas y locuras que solo pretendieron hacer feliz a los niños, a nuestros niños, docentes e instituciones: nuestro verdadero objetivo. No abandono Puentes es un paso al costado para forjar nuevos sueños. Gracias a los Puentes de las distintas localidades por llevar bien alto la organización, no es fácil estar al pie del cañón en la distancia y ustedes lo hicieron, y de la mejor manera, con todo el amor”, dijo a modo de despedida.
“No fue un viaje más, fue lleno de amor, y con muchos recuerdos de gente querida que ya no está. ¡Con mucho orgullo puedo decir misión cumplida!. Gracias a todos y fundamentalmente a mis compañeros Isabel y Hugo por estar todos los días, como así también lo hizo Flora, Rosy, Silvi, Yiyi, Yanina, Alicia, Gloria, Nelly, Vita, Telma, Sandra, Gisela, Gladis y tantos otros. Un gracias enorme a los varones del grupo. A los que pasaron y los que están, a las empresas e instituciones, sé que continuarán acompañando. Infinitas gracias con todo mi corazón”, concluyó.
